Apesar de su cara dura y su bajo carisma, Claudia Sheinbaum salió airosa en su primer viaje internacional como presidenta de México.
La mandataria dejó atrás el ostracismo diplomático que practicó su antecesor en buena medida porque López Obrador odiaba compartir reflectores con otros jefes de estado.
En su visita a Río de Janeiro para participar en la reunión del G20, Sheinbaum dialogó en privado con varios jefes de estado, entre ellos Joe Biden de Estados Unidos, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el presidente de China, Xi Jinping; y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
También aprovechó para reunirse y tomarse fotografías con los mandatarios latinoamericanos considerados de izquierda, entre ellos el anfitrión de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y con los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y Gustavo Petro de Colombia.
El Grupo de los 20, conocido como G20, es un foro de cooperación económica integrado por las veinte economías más importantes del mundo que se reúne una vez al año, surgió en 1999 a partir de la crisis asiática y en sus cumbres participan además ocho organismos internacionales como la ONU, el FMI y el Banco Mundial.
López Obrador no asistió a ninguna de sus reuniones en donde fue representado por el entonces canciller Marcelo Ebrard.
Aunque la mandataria mexicana participó sólo uno de los dos días que duró el foro, su presencia fue bien recibida en la comunidad internacional donde México ocupa un lugar preponderante a pesar de los altibajos de su economía y su situación social.
Claudia, la única mujer entre los veinte líderes presentes, promovió en su discurso el programa Sembrando Vida que inició el sexenio pasado y que dijo ha beneficiado a 439 mil familias mexicanas y 40 mil de Centroamérica a través de la plantación de 1,100 millones de árboles que permitieron reforestar un millón de hectáreas.
Haciendo gala de su conocimiento en el tema ambiental, la presidenta aseguró que la plantación de árboles de dicho programa "equivale a capturar 30 millones de toneladas anuales de CO2 (dióxido de Carbono)".
Propuso entonces destinar el uno por ciento del presupuesto mundial en armamentos a la reforestación de 15 millones de hectáreas para mitigar el calentamiento global, dar empleo a millones de pobres y a reducir el gasto de armas en 24 mil millones de dólares.
"Es absurdo -enfatizó Claudia-- que el gasto en armas sea mayor que el destinado a resolver la pobreza".
Se trata sin duda de un exhorto positivo y humanista, sin embargo será muy difícil que prospere toda vez que las naciones poderosas hoy en día están más preocupadas en reforzar su seguridad y sus fronteras que en destinar recursos a la reforestación.
Una mejor respuesta habría recibido Sheinbaum con una propuesta global para combatir el narcotráfico que afecta al mundo entero y con un programa para ordenar los flujos de migrantes que impactan severamente a los países de América pero también de Europa y África donde cada vez son mayores y más complicadas las corrientes migratorias.
Con Joe Biden, la mandataria mexicana destacó "la importancia de trabajar juntos" en materia de migración, seguridad y economía. Trascendió que solicitó al presidente norteamericano información amplia sobre la captura de Ismael "El Mayo" Zambada realizada en un aeropuerto de Nuevo México.
Al primer ministro chino le agradeció la ayuda de su país en la reciente emergencia de Acapulco mientras que con Pierre Trudeau habló sobre las próximas negociaciones del tratado comercial donde tanto México como Canadá enfrentarán al gobierno de Donald Trump.
El punto negro en este primer periplo internacional de Sheinbaum fue evadir un encuentro con el presidente de Argentina, Javier Milei, al parecer por motivos ideológicos. La presidenta representa hoy en día a todos los mexicanos y como tal tiene obligación de mantener buena relación todos los pueblos hermanos, en este caso el argentino.
Por lo demás hay que destacar la decisión de la mandataria mexicana por dejar atrás el aislamiento diplomático y la visión ideológica que practicó el anterior régimen y que tanto daño hizo a las relaciones de nuestro país con el exterior.
NOTICIA FINAL…
La aplanadora morenista inició en la Cámara de Diputados el proceso para desparecer siete organismos autónomos que fueron creados para vigilar diversas áreas de la función pública, algunos como el INAI hicieron una buena labor, otros es cierto no dejarán huella. Bien harían los legisladores en eliminar de paso a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hoy venida muy a menos.
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