Muchas mujeres lectoras tenemos una escritora que, al leer su obra, pareciera que nos habla especialmente a nosotras. Como si conversara con nosotras cada día, en una charla de café, como si en esos momentos difíciles se detuviera el tiempo para que nos regalara unas palabras, casi siempre sanadoras.
Esta semana se celebró el Día de las Escritoras en España y en el mundo, una fecha que desde el 2016 se conmemora el lunes más cercano al 15 de octubre. Ha sido un día para recordar que la historia de la literatura no le ha dado el lugar que merece a las escritoras.
Hoy sabemos que detrás de cada obra firmada como “anónimo” o incluso con algún pseudónimo, están las letras de una mujer. La historia nos ha demostrado que muchas obras de grandes autores fueron en realidad escritas por mujeres, lo mismo ha sucedido en la música clásica y en las artes plásticas. En el caso de aquellas que no se atrevían a firmar con su nombre por miedo al rechazo, están las obras de las hermanas Charlotte, Emily y Anne Brontë, que fueron publicadas con pseudónimos masculinos.
En la cercanía de esta fecha hago un espacio para recordar a una de mis escritoras favoritas: la española Rosa Montero. Columnista en El País, con una gran carrera como periodista y después como autora de novelas que hablan de la fragilidad de la condición humana, de las pasiones, los miedos, el arrojo por vivir y lo profundo del dolor, el amor, entre otros temas.
Sigo a Rosa Montero en sus columnas semanales y sus libros, tanto de narrativa, biografía y ensayo, me permiten una conexión con la simple y llena de complejidades que es a la vez la existencia humana. Precisamente en el libro “Nosotras” ella reúne las historias de mujeres escritoras que enfrentaron el rechazo de una sociedad que no las reconocía y, por lo tanto, escondieron su talento por años o escribieron obras que otros hombres firmaban. También rescata a las científicas, compositoras o artistas visuales cuyos nombres la historia dejó en el olvido.
Otro de sus grandes libros es “El peligro de estar cuerda” donde recoge las historias de escritoras y artista cuyas vidas fueron salvadas por la literatura y el arte. Muestra cómo, escribir era la única forma de enfrentar la vida y un mundo, en muchas ocasiones, hecho pedazos. “¿Quién no ha deseado alguna vez escapar del encierro de su propia vida?” escribió Rosa Montero en este libro, en el que ofrece un estudio apasionante sobre los vínculos entre la creatividad y la inestabilidad mental.
Afirma que escribir ayuda a salvar la vida y también dijo que en muchas ocasiones “se escribe en la más completa obscuridad”, recordando la vida de autoras como Sylvia Plath o Virginia Woolf, así como de las de otros escritores que padecían grandes tormentos.
“Si consigues convertir el dolor en algo creativo, entonces acaricias la sensación de ser invulnerable…”, escribió en estas páginas. Qué mejor manera de mostrar que, el poder de la literatura y el arte hizo más llevadera la vida de muchas escritoras. Feliz día a ella y a todas las escritoras mexicanas. X: @Lavargasadri.