El bateador designado
Más de lo que se cree, en el mundo del beisbol ha sido motivo de debate la regla del bateador designado (BD). En el ya muy cercano 2023 se cumplirá medio siglo de su adopción por la Liga Americana de EUA.
Dicha regla (la 6.10 de Grandes Ligas) consiste en que un jugador es incluido en el orden al bat, para que tome turno al bat en lugar del pitcher y éste no batee. Esto significa que el BD no forma parte de la defensiva del equipo sino únicamente de su ofensiva. Si por alguna razón el BD en el curso del juego toma el lugar de un jugador de campo, entonces el pitcher se verá obligado a batear en el turno del pelotero de posición que ha sido sustituido por el BD.
Hasta ahora en Grandes Ligas esta regla sólo aplica en la Liga Americana, pero no en la Liga Nacional. Tampoco en la Liga Central Japonesa de Beisbol. Aunque corre fuerte la versión de que es muy probable que en 2022 se establezca también en la Liga Nacional de EUA, debido a la enorme presión que en tal sentido ejerce desde hace años el sindicato de peloteros.
Cuando en la Liga Americana se introdujo esa regla –en 1973-- se hizo de manera transitoria para ser probada y hasta la fecha ha permanecido. Entonces esa Liga tenía 12 equipos y 8 estuvieron a favor y 4 en contra de su adopción. La propuesta la hizo el propietario de los Atléticos de Oakland, Charles O. Finley.
Como dato curioso, antes que la Liga Americana fue la Liga Invernal Sonora-Sinaloa la primera en adoptar la regla del BD en su edición XII correspondiente a la temporada 1969-1970, pero en la siguiente campaña la desechó por no haber gustado. Sin embargo, después de que la adoptó la Liga Americana la retomó la Invernal Sonora-Sinaloa. En la Liga Mexicana de Beisbol el BD se implantó el 16 de marzo de 1974, es decir, un año después que la Liga Americana de EUA, y permanece hasta la fecha.
Quienes están a favor del bateador designado consideran que el beisbol debe ser un espectáculo de muchos batazos y gran carreraje. Se equivocan. Olvidan que en lo esencial es un deporte de inteligencia y estrategias. Que el pitcher juega ciertamente un papel relevante a la defensiva, pero también ha de ser considerado en su parte ofensiva, aunque por lo general su productividad tienda a ser baja, pues le añade un ingrediente especialmente interesante al diseño integral de la estrategia que los managers han de realizar. Además, argumentan otros, el BD ha venido a destruir la simetría del juego.
No, no se trata de decir que “si una cosa es sencilla, por qué no complicarla”. No, el punto está en que si los pitchers también batean, se le agrega al juego un elemento que lo hace mucho más atractivo que estar viendo muchos largos batazos por aquí y por allá, que han venido a desvirtuar la esencia del deporte rey.
El formidable cronista e historiador del beisbol Juan Vené, una enciclopedia andante de este deporte, ha escrito sobre el tema: “imposible celebrar el crimen de abril de 1973, cuando en Fenway Park, Rom Bloomberg (Yankees) fue el primer bateador designado (de la historia), al recibir de Luis Tirant (Medias Rojas), base por bolas con bases llenas. Los bateadores designados son medios peloteros e igual que terceros elementos en la alcoba matrimonial”.