
La experiencia le ha dado conocimiento no sólo a nivel creativo, sino también para distribuir sus obras. (RAMÓN SOTOMAYOR)
Ha montado su estudio en un local de la colonia Nueva Los Ángeles. Lo ilumina la luz fría. En las paredes hay cuadros de aislante acústico que absorben el sonido no deseado. Al fondo, junto a la computadora, se aprecia un par de monitores de ocho pulgadas. Sobre la mesa hay controladores MIDI, cajas de ritmos e incluso una tornamesa. Si la mirada se agudiza, en un rincón yacen apilados unos discos de vinilo, junto a un par de guitarras acústicas.
Ricardo Nájera, mejor conocido como V1C3, es un músico y productor de hip hop que no sólo ha destacado en La Laguna, sino también a nivel nacional. En el marco del Día Internacional del Músico, el integrante de Belceblunt Records comparte a El Siglo los detalles de su proceso de composición y producción, así como sus inicios y la filosofía que lo mantiene vigente.
Inicios
Todo empezó por el breakdance. La entonces nueva disciplina de baile captó a su atención en sumo grado. Observó cómo los bailarines llevaban las grabadoras para amenizar la práctica. “Y en esas grabadoras empezaban a pasarse música en los casetes”.
Los primeros pasos en la música los dio en la colonia Jesús María del Bosque. Empezó escuchando rap en inglés, aunque no entendía el idioma. No sabía quiénes eran raperos como Notorius Big ni Tupac, pero reproducía sus canciones. Comenzó a escribir y a hacer rap, pero usar su voz para expresarse no lo llenaba; a su parecer carecía de métrica y era incapaz de adaptarse al ritmo.
Así decidió aprender a producir, a radiografiar el proceso creativo para entender cómo se manufacturaba aquello que lo fascinaba. Aprendió a usar un software llamado Sony Acid Pro, el cual es una DAW (digital audio workstation, por sus siglas en inglés), un secuenciador donde perfeccionó el arte de “samplear” (cortar fragmentos de una canción conocida para crear una nueva composición).
“Se abre como una sesión y empecé a leer el manual que estaba en inglés, lo copiaba y lo traducía. Más o menos tuve una idea y empecé a imitar las otras canciones que ya escuchaba, fui imitando esos ritmos y copiando las melodías”.
La experiencia le ha dado a V1C3 conocimiento no sólo a nivel creativo, sino también para distribuir sus obras en las nuevas plataformas. Las muestras tomadas de otras canciones pueden generar faltas en los derechos de autor, pero son la esencia del sonido al que es aficionado. Por tal motivo, ideó una técnica en la que crea composiciones propias, pero que al procesarlas por filtros, puede generar esa atmósfera que tenían los “samples” sacados de discos de vinilo. A esto se suma su influencia por el trip hop y la inclusión de sintetizadores.
La lista de artistas con quienes ha trabajado va en crecimiento: Hispana, Mime871, Reno y Pedro Luna, AskOne, Geassassin, Primero Company, Limbo Low-Fi, MOF de Hood P, entre otros proyectos que cocina en su estudio.
Mensaje
Junto al productor 9Nine Beats y Vikoner, V1C3 forma el sello discográfico independiente de Belceblunt Records. En su filosofía se incluye apoyar a los nuevos talentos, para estos que puedan llevar su música a un nivel superior.
“La música es un regalo que hay que compartir. Y qué mejor que con los amigos y con la gente que igual la ama”.
Su visión de la música carece de etiquetas, se comparte y se disfruta.
“A quienes se quieran dedicar a la música, busquen una inspiración y encuentren el momento correcto para disfrutarla, porque también sana”.