(SAÚL RODRÍGUEZ)
Rogelio Luévano, fallecido en octubre de 2004, es quizá el artista escénico más importante que ha dado La Laguna. Su legado no sólo habita en las obras de teatro en las que actuó o dirigió, sino también en el aprendizaje que le tomaron sus alumnos y cuyos conceptos replican hasta el día de hoy.
En el marco de la celebración de Día de Muertos, el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE) decidió dedicarle su altar, el cual se encuentra dentro de sus oficinas, ubicadas en un inmueble histórico en la esquina de calzada Colón y avenida Juárez.
Según indicó Patricia G. Santiago, coordinadora de Artes Visuales en el IMCE, la temática del altar está basada en la Cueva de la Candelaria, yacimiento arqueológico explorado por primera vez a mediados del siglo XX.
Por ejemplo, algunos de los pliegos de papel picado, en tonos rosa, morado y amarillo, son alusivos a los tejidos encontrados en la caverna. También tiene una base de papel picado con forma de semilla de calabaza y la evocación a las formas del agua en el segundo nivel. Mientras que el papel picado blanco alude al viento, al espíritu.
“Entonces tenemos la tierra, como la base o el regreso, el vehículo que es el agua, que comunica estos elementos y arriba, al final, está acompañando a la fotografía del maestro Rogelia Luévano, el elemento que alude a lo espiritual”.
A esto se añaden los elementos tradicionales de un altar, como la flor de cempasúchil, veladoras, la comida como fruta y pan de muerto, el vaso con agua, la figura de un perro como guía del Mictlán, el camino de sal y el espejo, lo cuales se encuentran distribuidos por los siete niveles que representan la visión del mundo terrenal y del espiritual.
El altar de Rogelio Luévano está disponible para ser visitado sin costo sin costo en la sede del IMCE hasta el próximo 17 de noviembre.
