Estrés, ansiedad, depresión, cualquier de las diferentes sensaciones que experimenta el ser humano, es muy importante para su salud en general, es un tema muy profundo, por lo cual ya hay muchas disciplinas que lo tratan, para ayudar a las personas a liberar un poco de este.
Fue en 1936 que le medico austriaco Hans Selye empleó por primera vez el término estrés para definir las reacciones específicas que el organismo presenta cuando sufre estímulos externos. Su significado proviene de la física y se refiere a cualquier fuerza aplicada sobre el sistema que lo lleva a su deformación; en odontología le llamamos trauma oclusal, la fuerza de golpe que reciben los órganos dentarios, el hueso que soporta estos y los músculos de la cara y cuello.
El estrés desarrolla un conjunto de reacciones físicas y químicas del organismo cuando el individuo es sometido a situaciones consideradas amenazadoras, varían de una persona para otra. Smeltzer y Bare (1996) clasifican los estresores en físicos (frío, calor, agentes químicos) fisiológicos (dolor, fatiga) y psicosociales (reacciones emocionales). Lipp (2001) cree que los estresores tienen origen en dos funciones: una interna y otra externa. La fuente externa es aquella que no proviene del organismo, con la exigencia de algo o de alguien, la fuente interna está presentada por la autodestrucción.
Si después de evaluar la situación, el individuo se considera insuficiente para atender la exigencia de aquella circunstancia, se va a sentir amenazado, desencadenando la relación de estrés. Esto acontece porque el cerebro está programado para enfrentar a todos los desafíos, e involuntariamente percibe la situación como peligrosa, preparando el cuerpo para luchar o huir.
Dentro de esta serie de reacciones fisiológicas podemos destacar; contracción muscular aumentada, (en diferentes partes del cuerpo), aumento de flujo sanguíneo cerebral y en los músculos de actividad motora, su duración, dilatación, de las pupilas, aceleración de la frecuencia cardiaca y respiratoria, actividad mental aumentada, tasa de coagulación sanguínea y presión arterial aumentadas, entre otros.
Ellas son resultado de una respuesta del sistema nervioso simpático, con el objetivo de suministrar una activación extra al cuerpo para enfrentar la situación de estrés o librarse de ella. La respuesta psicológica para el estrés comprende: depresión, ansiedad, irritabilidad e insatisfacción. Se cree que la constancia de esas relaciones no genera la dolencia propiamente dicha, pero torna al individuo más susceptible a ellas, ya que deja el organismo frágil, con consecuencias para el organismo.
Arruda (2000) describe algunos efectos de estrés en la salud como: disturbios del sueño que dejan a las personas vulnerables a accidentes y dolencias, dificultades de relacionamiento y concentración decaimientos de desempeño en el trabajo, pérdida de peso, en el campo queme compete es el pan nuestro de todos los días, realmente es muy importante las consecuencias del estrés, lo que ocasiona dolores, perdidas de órganos dentarios, y dolores físicos.