
Son los independientes los que usan redes sociales para el narcotráfico. (AGENCIAS)
Durante la pandemia por el COVID-19, el nicho de las aplicaciones que hacían llegar medicinas, comida y distintos productos hasta las puertas de las casas crecieron de manera exponencial, pero también fue explotado por la delincuencia organizada y por quienes encontraron en este servicio una manera "segura", eficaz y rápida de hacer llegar drogas de todo tipo a domicilios, restaurantes, fiestas o cualquier punto.
Ahora, pedir drogas es sencillo por aplicaciones. Y si bien investigaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) tienen ubicados a por lo menos 100 proveedores, desde independientes hasta células ligadas a La Unión Tepito e incluso al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son los independientes los que usan redes sociales: jóvenes que por su cuenta compran el producto y lo distribuyen.
"No nos vemos como narcotraficantes, nosotros repartimos principalmente marihuana, una de las drogas más blandas que hay y que actualmente tiene muchos beneficios y se utiliza desde para quitar el estrés o para uso medicinal".
"De ahí, si alguien nos pide drogas más duras, también tenemos ese servicio sin riesgo para el cliente ni para nosotros. Por ejemplo, la marihuana la compramos en Tetecala, un municipio en Morelos donde los productores pasaron de sembrar flores a la hierba; no hay violencia ni nada y además se ayuda a la comunidad, lo mismo tratamos de hacer con la coca y otras drogas", explica Jorge, quien tiene una de las aplicaciones que distribuyen enervantes.
INCLUSIÓN DEL FENTANILO
Si bien hay aplicaciones que sólo comercializan marihuana, otras han "evolucionado", pues utilizan el fentanilo como potencializador de la heroína, las metanfetaminas o la cocaína; el fentanilo la hace más potente y más adictiva.
Esta droga se vende en polvo y es inhalada o inyectada, también en pastillas que parecen algún medicamento controlado. El efecto es igual de potente y adictivo, entonces se ha convertido en el nuevo negocio de los pequeños distribuidores, aunado a esto, su bajo costo hace que esté al alcance de cualquier adicto, pues en el mercado negro las dosis de 100 a 400 microgramos cuestan 50 pesos. El gramo de esta droga se puede conseguir hasta en 2 mil pesos.
"El asunto es que antes la coca y la heroína se rebajaba en algunas ocasiones con diazepam o hasta con aspirinas, pero ahora el asunto bueno es el fentanilo, esa madre es bien adictiva y se ocupa muy poco para rebajar la mercancía, estamos hablando, por ejemplo, que con un gramo le puedes sacar hasta tres con poco fentanilo y hay garantía de que se acaba en pocos días", explica "Fer", un traficante de distintas drogas que tiene su negocio en la red.
-"¿Estás consciente de que es una droga muy fuerte, que puede matar?", se le pregunta.
"Todas las drogas matan, el alcohol mata, muere más gente por alcohol o tabaco que por marihuana, por ejemplo, o por la coca y con el fentanilo es igual.
"La verdad es que no nos ponemos moralinos, que cada quien se meta lo que quiera, ese tema de las drogas es muy trillado y nos quieren satanizar a nosotros, nosotros sólo satisfacemos una necesidad, así como se vende ropa, comida o papel de baño, nosotros hacemos esa función, ahora somos muchos, yo caigo, el de enfrente va a caer y todos quizá sean detenidos, pero el tema en la gente, en la calle, es que si caemos todos, el negocio va a seguir, es lo que no entienden las autoridades", se justifica el traficante.
Bajo esta nueva modalidad de tráfico de drogas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) tiene detectado que operan de manera activa al menos 20 aplicaciones que están divididas por sectores, es decir, algunas surten la zona centro, otros antros, bares y restaurantes, unos más en zonas turísticas, y si bien este método no genera tanta violencia, sigue siendo un delito.
A mediados del mes pasado, la misma corporación desmanteló dos de estas empresas y detuvo a seis personas.