HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Señor -preguntó Eva- ¿por qué permitiste que ese escritor dijera que el gato es invención del diablo?
-¿Qué te puedo decir, hija? -contestó Yahvé-. Le di al hombre todas las libertades, incluso la de escribir bobadas, y en esto del libre arbitrio ni siquiera yo puedo intervenir. Tendré que enseñarle ahora que todas las criaturas son obra de mi mano, y que en todas, hasta en la piedra, late siempre el espíritu de Dios. Únicamente la criatura humana tiene a veces pensamientos inspirados por el enemigo malo, pero yo perdono eso porque mi amor abarca a todos, y todos al final de los tiempos se fundirán en mí.
Preguntó la mujer:
-¿Incluso el que dijo que el gato es invención del diablo?
-Incluso él -sonrió el Señor al ver el reconcomio de Eva-. Y posiblemente lo ponga junto al gato, para que lo conozca bien y aprenda a amarlo.
Entonces Eva sonrió también, seña de que quizá, con el tiempo, ella también perdonará.
¡Hasta mañana!...