Pasó lo que tenía que pasar y conforme a lo presupuestado, Santos Laguna se quedó en el camino de conseguir el pase a la Liguilla.
Difícilmente los laguneros iban a acceder a la fiesta grande del futbol mexicano con lo mostrado sobre todo por la defensa, que terminó por ser un factor muy importante para que este equipo no consiguiera los objetivos trazados.
No fue un equipo equilibrado cuando tienes una de las mejores ofensivas, con el campeón de goleo y al mejor asistidor del torneo, considerado el jugador más valioso del campeonato, como lo fue Juan Brunetta, y eres de las defensas más goleadas, difícilmente puedes conseguir algo importante.
Lo único que se consigue con calificar de panzazo al "Play In", es la continuidad en el proyecto de Pablo Repetto en el equipo, en mi opinión personal, no es un entrenador diseñado para lo que necesita Santos Laguna y las necesidades de la afición, independientemente de los títulos que tenga en Sudamérica, Repetto no es para este equipo, sin embargo, se ha confirmado su continuidad.
Si los Albiverdes no hubieran accedido al repechaje, Pablo Repetto se tendría que haber marchado en modo automático. Es momento de que el aficionado que se encuentra alejado de su equipo y que brilló por su ausencia en las tribunas se ponga a pensar y diga, ¿Más de lo mismo?
Se viene otro torno sin refuerzos de calidad y sobre todo, que se vayan los jugadores importantes.
El verdadero fan de los Guerreros está cansado de más de lo mismo.
Entendemos que el Club Santos Laguna se haya convertido en una empresa, más que un club deportivo, que la generación de activos con la venta de jugadores se haya convertido en el giro del negocio, sin embargo, sería importante analizar si eso es más importante que el tener alejada a la afición con una relación tan desgastada que muy difícilmente se podrá sanar rápidamente.
No hay que ser muy inteligentes para saber que, si venden a Juan Brunetta y Harold Preciado para esta temporada, es un error que le va a costar muy caro a Santos y que si los aficionados no fueron al estadio en toda la temporada, esta será peor.
Es un hecho que un equipo de futbol local, va a necesitar siempre a su afición de su lado, son los que consumen la taquilla, playeras, productos y un largo "etcétera".
Urge una reconciliación entre afición, club y directiva. Los fanáticos culpan a los directivos de los pobres resultados y del fracaso tremendo que fue esta temporada al no tener un equipo de jugadores de calidad.
Es una realidad que algo se tiene qué hacer para que las cosas cambien, se pensaba que difícilmente los aficionados iban a desear que su equipo mejor no calificara y sucedió.
El público está ya muy cansado de más de lo mismo, pero la misión de la directiva, que finalmente es quien toma las decisiones, será cambiar las cosas para que el aficionado regrese al estadio.
Vendrán las vacaciones y el 15 de diciembre se podrá saber si será más de lo mismo.
Cristian Padilla Herrera