Recientemente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se dio un paso gigante en la participación de la mujer en la administración de justicia en materia federal, al ser designada por el pleno de tal órgano de justicia como presidenta del máximo órgano administrador de justicia en México, a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, convirtiéndose en la primera mujer desde el año de 1824 en ser designada como presidente, es decir, casi doscientos años después de la fundación de nuestro máximo órgano de justicia en México, se eligió a una mujer como presidente.
En México no es sino hasta el año de 1886 cuando se tiene documentado el primer título profesional a una mujer, el cual le correspondió a Margarita Chorne y Salazar, quien se graduó de Médico Cirujano Dentista; posteriormente en el año de 1887, Matilde P. Montoya se tituló como Médico Cirujano y no es sino hasta el año de 1890 que se graduó como licenciada en Derecho, María Sandoval de Zarco, quien de tal manera se convirtió en la primera abogada en la historia de México, y a partir de tal momento la mujer incursionó en la carrera de Derecho, obteniendo así gran número de ellas su título de licenciatura en Derecho y ocupando gran número de las mismas, puestos en la administración de justicia.
La primera mujer que fuera designada como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue la maestra María Cristina Salmorán de Tamayo, siendo propuesta por el presidente don Adolfo López Mateos en el año de 1961; la segunda mujer ministra fue Leonor Ayala Mayo en el año de 1975; después ya en el año de 1976 se designó a Gloria León Orantes.
En 1983 fue designada Fausta Moreno Flores, a propuesta del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado; siguió en tan honorífico cargo la abogada Victoria Adato Green y en 1988 se designó a Clementina Gil Guillen y a Olga Sánchez Cordero en el año de 1995.
Actualmente como ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se desempeñan Norma Lucía Piña Hernández (actual presidenta del máximo tribunal de justicia en México), Yasmín Esquivel Mossa, Margarita Ríos-Farjat y Loretta Ortíz Ahlf. Como es de observarse, la mujer en México, con los nombramientos que hemos dado a conocer, al fin ha sido reconocida, lo que constituye un motivo de orgullo para todos los mexicanos.