
(ESPECIAL)
Las alucinaciones y otros efectos provocados por el consumo de drogas, llevaron a una joven estadounidense a arrancarse sus propios ojos.
Se tarta de Kaylee Muthart, que tenía sólo 17 años cuando fue diagnosticada con arritmia y bipolaridad, lo que la llevó a caer en depresión, según recoge el portal Daily Mail.
Los problemas de Muthart empezaron luego de hacerse una bebedora compulsiva, para más tarde desarrollar adicción por la metanfetamina.
En una de las alucinaciones provocadas por el excesivo consumo de drogas, Kaylee creyó que el mundo se estaba acabando y, según sus propias palabras, intentó hacer un 'sacrificio para la humanidad' arrancándose los ojos a las afueras de una iglesia en Anderson, Carolina del Sur, durante febrero del 2018.
Para dicha fecha, la joven ya tenía por lo menos seis meses consumiendo las sustancias alucinógenas.
A pesar de que Kaylee fue auxiliada, nada se pudo hacer por salvar su vista.
El tiempo y apoyo de su familia, han llevado a la joven a superar su proceso de recuperación, pues pese a quedar ciega ahora se dedica a realizar platicas para jóvenes con el fin de crear consciencia sobre el consumo de drogas.