Para un museo, el rubro de la internacionalización supone un tema esencial. Así lo expresó Francisco Tardío Baeza, jefe de Proyección y Programación Internacional del Museo Nacional del Prado, en su visita a la Comarca Lagunera. Se trata de un tópico abordado por este recinto español desde su fundación en Madrid, en 1819, mismo que se ha acentuado en épocas recientes debido a la globalización.
“Más del cincuenta por ciento de los visitantes al museo no son españoles, son extranjeros. Por lo tanto, sí, hay que internacionalizarlo, tienen que conocerlo fuera, saber qué se van a encontrar cuando lo visiten, porque es un lugar atractivo e interesante. El tema es clave para la función del museo”.
Tardío Baeza indica que, en esta materia, el Museo Nacional del Prado trabaja de maneras diferentes. Una de ellas es la exposición El Museo del Prado en las Calles, que se inauguró en la Plazuela Juárez de Torreón el pasado miércoles, y cuyo principal objetivo es el acercamiento del público hacia la colección del museo a través de reproducciones a escala real. También se puesta por la colaboración con otros museos del mundo y la invitación a personalidades internacionales que ayudan en la proyección hacia otros países.
“También tenemos unas redes sociales muy potentes, con un grado increíble de aceptación internacional. En concreto, México es el país con más seguidores en las redes sociales del museo, exceptuando a España. La Ciudad de México es la segunda ciudad del mundo, después de Madrid, con más seguidores en TikTok, en Facebook, en Instagram. Es decir, el museo tiene una clara vocación internacional, universal, diría yo. Además, hay un interés claro de buscar esta interacción”.
Se trata de una comunicación de ida y vuelta. El Museo del Prado no sólo ofrece actividades, sino que se da tiempo para aprender de sus visitantes, ya sea de manera presencial o virtual. De igual manera, se preocupa por conocer cómo se labora en las instituciones culturales de otras latitudes, en cómo se plantea y reflexiona la difusión cultural.
En otras latitudes
La internacionalización del Museo Nacional del Prado no sólo se limita a los países latinoamericanos, Guinea Ecuatorial o Filipinas. Naciones como Alemania, Estonia, China o Países Bajos han recibido proyectos como El Museo del Prado en las Calles. El idioma no es barrera para el arte y, apoyándose en la correcta traducción, en cada lugar es acogido de diferente manera.
“Como hay un estudio anterior, importante e intenso, y una comunicación muy grande con las instituciones de cada lugar, el momento del recibimiento es muy bueno, el interés es grande, el conocimiento que hay del museo y de la colección… hacer temas de promoción cultural e internacionalización en un recinto como el Museo del Prado, es relativamente fácil porque es un museo que la gente ya conoce”.
La apuesta implica adecuar los procesos a la realidad de cada lugar. El interés es grande, los medios limitados, el reto es llegar a todos los sitios propuestos con la mayor calidad posible. Asia es una de las zonas de interés, porque el conocimiento sobre el museo no es tan amplio como en Hispanoamérica y alberga lugares lejanos donde el desplazamiento resulta más complicado. No obstante, las oportunidades de trabajo son infinitas.
“El Museo del Prado en las Calles ha estado en varias ciudades de China y esperamos seguir varios años ahí. En Europa, que uno pensará que hay menos interés, porque tiene más cerca la visita al museo o tiene museos en sus ciudades con colecciones más o menos parecidas al Museo del Prado, sin embargo, funciona muy bien”.
Tardío Baeza subraya que el objetivo de la exposición no sólo comprende llevarla a una ciudad fuera de España, sino hacerla interesante, que la gente con estas obras en la calle y dialogar con lo que se presenta alrededor: trabajo colaborativo con instituciones locales, desde museos hasta los departamentos de cultura en los distintos niveles de gobierno.
Así mismo, resaltó la importancia de los amigos de la Fundación del Museo del Prado para llevar a cabo estos proyectos, donde México también resalta por tener una comunidad activa y participativa, permitiendo así que iniciativas como El Museo del Prado en las Calles, tengan crecimiento a nivel exponencial.
(VERÓNICA RIVERA)
