En 1943 la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se programó para que fuera de 90 juegos por equipo. Al concluir aquella, el 10 de octubre, Monterrey y Unión Laguna encabezaban la tabla de posiciones, aunque solo los regios completaron sus 90 encuentros y los laguneros nada más 87. El puntaje de ganados con relación al total de encuentros jugados fue para los regios (53-37) de .589 y para los laguneros (51-36) de .586. Es decir, una diferencia de apenas ¡tres milésimas!
A Laguna oficialmente le quedaron pendientes tres juegos. Uno en sí de la última serie y otro para reponer el del 31 de julio, de un triunfo de UL anulado por la LMB, ambos vs Pericos de Puebla. Estos juegos fueron programados para llevarse a cabo en Torreón el sábado 9 y el domingo 10 de octubre, pero como vimos la lluvia impidió que se efectuaran.
El otro juego que le faltaba a UL para completar los 90 de la temporada, en realidad sí se celebró. Fue contra Tampico y como quedó empatado debía volverse a jugar. De hecho así lo había comunicado oficialmente el alto comisionado de la LMB, Octavio Rueda, que se celebraría en caso de ser necesario para definir el campeonato. Lo cual finalmente no ocurrió, a pesar de que sí era imprescindible su realización.
El 13 de octubre el entonces magnate del beisbol mexicano Jorge Pasquel, sin tener autoridad para ello, declaró que el equipo de Monterrey era el campeón de 1943 de la LMB. De inmediato los medios de comunicación y comentaristas deportivos del resto del país se hicieron eco de esas declaraciones. Y ya no hubo poder humano que las cambiara.
Lo ocurrido en 1943 fue un verdadero atraco en perjuicio de Unión Laguna.
Para no volver a convocar los dos juegos que la lluvia impidió se realizaran en Torreón los dos últimos días del calendario, la LMB alegó que concluida la temporada ello ya no era posible. Entonces, ¿por qué oficialmente comunicó que debía celebrarse, después de la última fecha de la temporada, el juego anterior de UL-Tampico que había quedado empatado, en caso de ser necesario? ¿Quiere decir que en un caso sí y en otro no? ¿Y entonces por qué finalmente tampoco se llevó a cabo el juego empatado?Ahora bien, ¿por qué se anuló el triunfo obtenido en Torreón por UL frente a los Pericos de Puebla el 31 de julio de 1943?Sucedió que la LMB tomó la decisión de prohibir que el pitcher velocista de UL Terry McDuffy lanzara en juegos nocturnos, por la velocidad "endemoniada" con la que hacía sus disparos y para no poner en riesgo a los bateadores, porque a veces perdía el control de sus pitchadas.
Esa decisión de la Liga la directiva de UL no la comunicó al mánager Martín Dihigo, por lo que él puso a lanzar a McDuffy la noche del 31 de julio, en juego que los laguneros por cierto iban perdiendo y finalmente viniendo de atrás lo ganaron. Luego Puebla lo protestó.
De haberse respetado aquel triunfo, UL habría terminado la temporada con 52 juegos ganados y 36 derrotas, para un puntaje de .591, es decir, superior por dos milésimas al .589 de Monterrey. Laguna pues debió haber sido el campeón de la LMB, de hecho bicampeón porque había conquistado el campeonato de 1942.
La noche del 13 de octubre de 1943, la directiva de UL ofreció un banquete de agradecimiento al equipo en el Centro Campestre Lagunero de Gómez Palacio. En esa ocasión el gran Martín Dihigo dijo unas palabras, que devinieron en formidable discurso. Entre otras cosas les recordó a los integrantes de la directiva, una a una, las debilidades que a lo largo de la temporada él observó, se mostraron con respeto a las decisiones arbitrarias de la LMB y en particular a Jorge Pasquel, como la de prohibir que Terry McDuffy lanzara en juegos nocturnos. Dihigo expresó: "Yo he pasado por cosas muy grandes en lo que a chanchullos se refiere y lo que ustedes están experimentando, no me asusta, ya lo esperaba, porque hasta para un niño no era un misterio que los fines que persigue Jorge Pasquel no son otros que los que imperan en el beisbol de México en la forma tiránica, altanera y arbitraria, pues para este señor el decoro deportivo y la lucha limpia son letra muerta. El encumbrado magnate ha olvidado que fue un servidor quien lo llevó al beisbol, que de esto él no conoce nada. Por lo mismo, no puede sentir el beisbol como lo sentimos nosotros y como lo sienten ustedes que creyeron ingenuamente que estaban tratando con gente honorable cuando dejaron todo en manos de ese señor".
Dijo también: "Eso para mi, estimados señores, mis queridos peloteros, respetables periodistas y dignos visitantes a esta convivialidad, es obra del pasado y conste que vengo siendo el más perjudicado, pero yo PREFIERO UN SEGUNDO LUGAR GANADO Y NO UN CAMPEONATO ROBADO".
Como protesta por el atraco, la directiva del Unión Laguna decidió abandonar la LMB e incorporó el equipo a la Liga Nacional, en la que participó los años 1944 y 1945.
Juan Antonio García [email protected]