En 1956 cuando Gina Lollobrigida no llegaba a los 30, hizo su versión cumbre del "Jorobado de Notre Dame" con Anthony Quinn, en el papel de la exuberante gitana Esmeralda. Al paso del tiempo fue perdiendo su belleza y decía que eso "la aterraba". Se ha ido a los 95 y aunque anciana la recordamos en plenitud, con su pelo rizado al aire, sus ojos marrones y dentadura perfecta.
Si los actores temen al paso del tiempo, tal vez queden más aterrados con la angustia que existe en el aire al reemplazar el pensamiento por las emociones los hombres del futbol, que son como humanos especiales, de otra clase, de un mundo diferente al nuestro, que actúan no solo por temor a Cronos, sino que en su actuación ante la gente, niegan la realidad y crean una propia.
Guillermo Ochoa (37) tenía a la mano contrato millonario con América y lo despreció, por el ansia de jugar en Europa pero cayó en Salernitana, que da bandazos y con Empoli, Spezia, Sassuolo y Sampdoria se acercan al abismo del descenso. Para colmo el Atalanta le hizo ocho y le mostró que en la vida, todos ubicamos tarde o temprano, un perfil en el imperio de los nadies y de las nadas.
Angustia es "estado de intranquilidad o inquietud muy intensos por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o peligro". Como los fans de Santos Laguna que tienen estos días para respirar y esperar otra semana de dudas sin refuerzos pero rezando porque no le vendan a Campos, pues los ricos tienen hasta el último día de enero para comprarle a los equipos medianos.
Pero la angustia también tiene grados. Diego Cocca exigió un compañero para Gignac, pese a tener a Thauvin, Quiñones y Diente López. Pidió a Nico Ibáñez (28) que en 62 partidos con Pachuca marcó 35 goles. Lo que cueste. Ya lo tienen y puede ser la diferencia para ganar el campeonato. Gente de negocio, más que de futbol, Armando Martínez presidente tuzo dijo "la gente va y viene".
Si el tiempo es fugaz e irresistible, como agua de río que corre abajo del puente, lo que uno hace es ajustarse al mundo que nos hemos fabricado y jamás al que quisiéramos tener. Por eso se sugiere rezar porque Alexis Vega no tenga lesión grave, porque "Mudito" Aguirre encuentre el arco, porque Diego Medina aprenda a cabecear, porque Dante Elizalde explique todo lo que debe, porque Miguel Herrera aproveche a su coach y cambie su temperamento de barrio capitalino.
Las complejas formas que tenemos para anclarnos en este mundo, nos obligan a tolerar una vida entre sombras y reflejos pues no podemos ser artistas que se separan de sus personajes y a callar pues si lloras te señalan. Aguanta aunque Montás esté lastimado y Yankees no tenga un shortstop de lujo, aunque Liverpool se arrastre, aunque Arsenal se siga escapando, aunque Brock Purdy exhiba puntería de apache en 49'ers, aunque Burrow y Mahomes sean luces en días de niebla. Sonríe tan fuerte como el Barsa de Xavi, con sus Pedri y Gavi, tengamos una relación abierta que acepte aventuras con la vida pues aprender a pensar bien, es lo más difícil del mundo.
