Los teléfonos celulares pertenecientes a Roberto Olmeda Cuellar, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Miranda y Dante Hernández, desaparecidos en Lagos de Moreno, finalmente han sido localizados.
La Fiscalía de Jalisco anunció un descubrimiento crucial en el caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno el 11 de agosto pasado. Los teléfonos celulares pertenecientes a Roberto Olmeda Cuellar, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Miranda y Dante Hernández, finalmente han sido localizados.
Estos dispositivos fueron hallados enterrados en una de las fincas donde se presume estuvieron retenidos los jóvenes en la fatídica noche de su desaparición. Esta revelación aviva las expectativas de los investigadores, abriendo una ventana para reconstruir los últimos contactos de los jóvenes y potencialmente recuperar valiosa información como registros de llamadas, mensajes, fotografías y videos almacenados en los aparatos.
Sin embargo, a pesar de este descubrimiento, la Fiscalía no ha proporcionado detalles adicionales, limitándose a confirmar el hallazgo de los dispositivos. Se espera que esta evidencia sea crucial para esclarecer los eventos previos a la desaparición de los jóvenes y posiblemente arroje luz sobre su paradero.
Este hallazgo se vincula con un descubrimiento previo de restos calcinados, encontrados el 20 de agosto en un horno de una ladrillera en Lagos de Moreno. Tanto el Fiscal del estado, Luis Joaquín Méndez Ruiz, como el coordinador del gabinete de Seguridad de Jalisco, Ricardo Sánchez Beruben, han insinuado que estos restos podrían corresponder a algunos de los jóvenes desaparecidos.
Este giro en la investigación ha llevado al arresto de cinco personas, incluyendo a un presunto cabecilla del cártel de Jalisco Nueva Generación en la región de Los Altos, quien es señalado como el presunto autor intelectual de la desaparición de los cinco jóvenes.
El caso ha generado una gran expectación y preocupación dentro y fuera de Lagos de Moreno, ya que la incertidumbre sobre el paradero y el destino de estos jóvenes sigue siendo una cuestión prioritaria para las autoridades y la comunidad en general, y, aunque la aparición de los teléfonos celulares, constituye un avance significativo en la investigación, plantea nuevas interrogantes sobre el desenlace de este.
