Elegí titular esta colaboración parafraseando al gran escritor griego Plutarco, en su obra hacia relación de vidas y el carácter moral de sus personajes, resaltando la educación y disposición de estos aunando anécdotas, aunque el libro describe a líderes y políticos de su tiempo - finales del siglo I después de Cristo- la situación aplica para cualquier época, así en la nuestra hago alusión a dos laguneros, Manny Bañuelos hoy pitcher relevista de mis queridos Yankees y Carlos Acevedo, portero de mi querido Santos Laguna y de la Selección Nacional, los dos me regalaron dos enormes alegrías en días pasados, Manny al aparecer en la loma de los disparos y lograr su primer salvamento con la franela de los mulos de Manhattan. Carlos, al aparecer en la portería de la Selección Nacional en su tierra, quisiera saber qué sensaciones internas vivieron ambos, quiero pensar que Manny recordó nuestro intenso sol lagunero en el agradable clima de Nueva York, mientras Carlitos sentía el fuego abrazador del cariño de su gente, ambos seguramente recordaron el camino. Carlitos en su infancia acompañándonos en el túnel del viejo Corona para saltar a la cancha con sus ídolos Pony o Hachita, o el día que atrás de mi asiento llegó con sus padres y sus compañeros en la final contra Querétaro. Manny seguramente recordó el primer llamado del scout que le invitaba a sumarse a las filas del profesionalismo, pero no todo ha sido color de rosa, Carlos vivió la angustia y la desesperación de su permanencia en el equipo, en lo que le comentaba a su padre, querido compañero de profesión, de la paciencia que se requiere para llegar en esa posición pero también del buen concepto en lo que lo tenían sus entrenadores, la desgracia de un accidente hizo que fuera llamado de nuevo a la causa guerrera, esta vez para quedarse en definitiva y hacerse el dueño de la portería. Con Manny recuerdo su primera visita a mi consultorio, desesperado por la larga evolución y secuelas de una cirugía que lo había detenido en su promisoria carrera, fueron meses de trabajo en los que ganamos progresos y afectos, poco a poco fue retomando su carrera en sucursales de tripe A y en oriente hasta regresar a la novena de nuestros amores, en esta pretemporada hizo su aparición con los Yankees y fue enviado a afinar detalles a sucursal para ser llamado al primer equipo en el que deseo de todo corazón permanezca, ambos conservan su humildad y el deseo de triunfo, Manny contesta con afecto mis mensajes alentándolo y muestra su alegría y entusiasmo por esta oportunidad, para los dos mi respeto y admiración, para los padres felicidades por el día de ayer. ¡Hasta la próxima!
