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Un mando especial que no parece metropolitano

YOHAN URIBE

Si durante los últimos años, autoridades de los tres niveles de gobierno han presumido que en nuestra zona metropolitana, el Mando Especial de La Laguna, es un modelo de seguridad digno de admiración, evaluación y con resultados visibles, por qué algunos de sus operativos se empeñan en mostrar que piensan en todo menos en una estrategia integral que incluya a todos los municipios laguneros de Coahuila y Durango como lo que somos, una zona metropolitana.

Desde hace días los filtros de inspección de elementos de seguridad del Estado de Coahuila que se encuentran en los puntos de acceso a Torreón desde Gómez Palacio se han visto muy activos. Igual verifican un coche pequeño tripulado por una sola mujer, una camioneta de trabajo, un vehículo familiar con niños adentro, que un taxi o una motocicleta. Creando un verdadero caos vial a horas pico que lo único que parecen lograr es el malestar de la ciudadanía que llega tarde a su trabajo, escuela u hogar.

Y es que, si nos entendemos como Zona Metropolitana, y desde hace años el modelo de Mando Único ha sido implacable en señalar que la estrategia de seguridad es integral para toda la región, no se entiende porque los filtros no se ubican en las entradas a la región, es decir en Lerdo, Matamoros o San Pedro. Porque cuando funcionan solo en las entradas a Torreón, da la impresión de que buscan blindar solo a Coahuila, sin importar lo que pase en Durango.

El problema es que, como zona metropolitana, son cientos de miles los ciudadanos que tienen que cruzar a diario de un estado al otro para realizar las actividades propias de una región que comparte una frontera estatal, y poner filtros a la mitad de esa región, sólo logra crear embudos que afectan el tránsito natural. No digo que estén mal, al menos ya no se ven a los agentes de la policía estatal de Coahuila sentados dentro o un costado de la patrulla jugando con el celular. Pero esas acciones no son precisamente el resultado de una estrategia metropolitana.

Ayer, por ejemplo, el filtro que tenían agentes de la Fiscalía de Coahuila, la Policía Estatal y la Agencia Par, en el Puente Plateado, logró que la fila de automóviles llegará casi al segundo semáforo antes del puente sobre el bulevar Miguel Alemán. Más de veinte minutos para cruzar de un lado al otro. Y si en materia de seguridad contamos con un mando especial ¿entonces los filtros son para proteger a La Laguna de Coahuila sin importar lo que pase en La Laguna de Durango? El mismo embotellamiento se ha visto esta semana en otros puntos de ingreso a Torreón desde Gómez Palacio.

Antes era común escuchar entre las excusas que era difícil poner de acuerdo a las administraciones cuando en un municipio gobernaba el PAN, en otro Morena y en otro el PRI. O porque Coahuila con un gobierno priísta, tenía que compartir frontera con Durango, cuyo gobierno anterior intentaba aparentar ser panista. Pero ahora que los tres principales municipios de La Laguna y los dos estados son gobernados por el PRI, sigue sin verse esa visión metropolitana, lo que demuestra que nada tiene que ver el color del partido al momento de trazar una política pública, menos en materia de seguridad.

Claro que es una tranquilidad que Coahuila se encuentre entre los estados más seguros del país, solo que cuando se vive en La Laguna, de nada sirve que eso pase si en Durango no se vive lo mismo. De nada sirve que una alcaldesa (de Gómez Palacio), como pasó en las anteriores administraciones, tenga una iniciativa interesante en materia de medio ambiente y control de emisiones de gas, si su vecino (Torreón) no la aplica, es más ni le interesa.

Parece que en La Laguna el espíritu metropolitano solo logró juntar a los dos mandatarios estatales y los alcaldes de la región, cuando ese estatus jurídico permitía bajar recursos de la federación. Cuando el Santos Laguna disputa una final, o cuando un artista popular ofrece un concierto. Pero no al momento de trazar las políticas que hacen que cuando un ciudadano cruza de Torreón a Gómez se encuentre con otro mundo, no culturalmente hablando, ni siquiera económicamente, sino administrativamente.

Lo mismo pasó cuando en su sexenio el exgobernador Rubén Moreira presumió cortar todas las fuentes de financiamiento del crimen organizado en Coahuila, casinos, yonkes, table dance, etcétera. Solo que dejaron de funcionar en Torreón y no en Gómez Palacio, lo cual deja claro que no se pensaba en una visión metropolitana en materia de seguridad, o no se pudo poner de acuerdo con su homólogo de Durango; solo lo lograban cuando se buscaba bajar recursos para alguna obra.

Afortunadamente, con la aprobación de la permanencia de las Fuerzas Armadas en Materia de Seguridad en el país, más allá del circo que montaron algunos legisladores en el congreso y el senado, politizando el tema de seguridad, contaremos en la región con la participación del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, apoyando a las policías estatales y municipales, ahora solo falta que el Mando Único piense en una estrategia metropolitana, porque así lo requiere La Laguna.

@uyohan

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Escrito en: editorial Yohan Uribe editoriales

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