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Juan y Ana, son una pareja originaria del Estado de México, quienes se trasladaron hasta la frontera norte de Coahuila para cruzar a los Estados Unidos, objetivo que lograron inicialmente tras haber contratado los servicios de un “patero”; como se le llama en esta región a las personas dedicadas al cruce de personas, y para lo cual, pagaron la cantidad de tres mil dólares por cada uno.
Ambos relataron, tras haber sido retornados por autoridades norteamericanas por el Puente Internacional número II, de Eagle Pass hacia Piedras Negras, que lograron su objetivo y llegaron a la Unión Americana, donde les fue proporcionado un automóvil para que pudieran continuar con su transito hacia el interior de la Unión Americana.
Sin embargo, al llegar al punto de revisión que se localiza en la salida de Eagle Pass hacia San Antonio, los elementos de la Patrulla Fronteriza los detuvieron. Juan aseguró que fue porque no traían la licencia de conducir y por ello, los agentes comenzaron a cuestionarlos más, descubriendo que se trataba de personas migrantes sin la documentación que les permite su legal estancia en aquel país.
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