Ha terminado la temporada de la NBA y los Warriors le pusieron jaque mate a los Celtics, aunque para muchos, resultó de muy mal gusto, la seña que hizo el que a la postre resultó "más valioso" Steph Curry en el último cuarto donde ya prácticamente Golden State, tenía asegurado el campeonato cuando les hizo el ademán a los aficionados de Boston, que se fueran a dormir dando una muestra de que la arrogancia, les aflora en la piel y donde lo más seguro, es que cuando empiece la próxima temporada y los actuales campeones les toque viajar al TD Garden, los aficionados de la escuadra de Massachusetts les van a decir hasta de lo que se van a enfermar.
Y precisamente, en este año, se cumplen tres décadas de que fuimos testigos de la belleza en su máxima expresión en el basquetbol cuando se permitió, por primera vez en unos Juegos Olímpicos que pudieran participar jugadores de las ligas profesionales en el "deporte ráfaga" por lo que en Barcelona 1992, la delegación de los Estados Unidos fue conformada por lo mejor de la crema y nata de este deporte en lo que fue llamado el famoso "Equipo de Ensueño" y lo que, probablemente, ya no exista otro de igual magnitud.
Era tanta la elegancia que decía "Magic" Johnson: "Volteo a mi derecha y está Michael Jordan y volteo a mi izquierda y se encuentra Larry Bird y no sé a quién pasarle el balón" y en verdad, desde esa fecha, cambió la historia de este deporte en la justa olímpica de cada cuatro años donde quedaron atrás los tiempos en los que los jugadores universitarios defendían la bandera estadounidense y tras el fracaso de los Juegos de Seúl, comenzaron las conversaciones entre el que era entonces mandamás de la NBA David Stern y José Antonio Samaranch, que fungía como presidente del COI (Comité Olímpico Internacional) y permitir la convocatoria de jugadores profesionales en la cita olímpica tal y como propuso el entonces presidente de la FIBA (Federación Internacional del Baloncesto) Boris Stankovic.
Ese año inolvidable Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, Scottie Pippen, Karl Malone, Patrick Ewing, David Robinson, John Stockton, Chris Mullin y Clyde Drexler, se convertían en los primeros 11 integrantes de un equipo que ya es historia del baloncesto lo que significaba el verdadero "Dream Team" al que más tarde se uniría el universitario Christian Laettner, todos dirigidos por el desaparecido Chuck Daly que solo se encontraba por cubrir el puesto ya que los antes mencionados se conducían solos.
Y hasta parecía que la Tierra se detenía en aquel 26 de julio frente a Angola donde comenzaron su particular paseo militar por una duela en la que no dejaron crecer ningún mosaico en el piso de sus rivales a lo que todos claudicaron ante una selección imbatible resultando el oro con ocho victorias (a las que habría que sumar las seis logradas en el Preolímpico de Portland) y donde algo curioso mencionaban todas las delegaciones que decían que era mejor que entre ellos participaran por la medalla de plata porque, a los Estados Unidos, era ya por inercia otorgarles el oro y que también en manera de broma, hasta se mencionaba a las otras escuadras regalarles 44 puntos de renta.
