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Pequeñas especies

Díficil de creer

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

Habían llevado a "Nipy" a la clínica para la aplicación de su inyección anticonceptiva, se trataba de una gatita de dos años de edad, de excelente carácter, solicitaron que la revisara antes de su aplicación, últimamente la habían notado rara, posiblemente se encuentre en celo, me decía la señora, además se ha quejado.

Al auscultarla encontré normal sus constantes fisiológicas, pero mostraba cierto aspecto que no me parecía normal, es difícil describirlo, pero una mascota sana, refleja en su rostro cierto bienestar que parece sonreír, cierto es que algunos llegan nerviosos y temblando.

Al palpar su abdomen noté algo extraño en la parte posterior de su vientre, no lo comenté, solo me concreté a volver a repasar la historia clínica de "Nipy", "¿Cuándo aplicamos la última anticonceptiva?", "hace cuatro meses", me contestaba su joven dueña, "¿Cuánto tiempo lleva quejándose?", "una semana aproximadamente", "¿ha dejado de comer?", "sí doctor", "¿está orinando y defecando normal?", "no la hemos visto", me dijo algo insegura, "¿La han visto en celo o cruzarse?", "hace unos días la notamos inquieta, no se ha cruzado, pero creemos que va a tener su próximo celo, es por eso que la hemos traído a su inyección anticonceptiva".

"No estoy seguro, pero es posible que se encuentre gestante, noto que su matriz se encuentra ocupada, pero en ocasiones nos confundimos con algunas masas de excremento compacto, máxime si se encuentra el paciente estreñido, además dice que no se ha cruzado, sin embargo a la palpación hay 'algo' ahí adentro que no parece normal, además noto que el vientre se encuentra distendido".

Noté cierta incredulidad en la mamá de la dueña de "Nipy", me decía, "si la gatita ha estado con tratamiento anticonceptivo, y si la vimos en celo hace unos días, ¿Cómo es posible que este esperando gatitos?".

Me temía esa pregunta, así que volví a repetir que es posible confundirnos en la palpación, pero no descartaba algo anormal, no quise mencionar aún mi diagnóstico, pues en realidad no estaba del todo seguro, necesitaría algunos estudios y un poco más de tiempo para confirmarlo, el ultrasonido aún estaba distante para nosotros en aquellos años.

Le aplique a "Nipy" analgésicos y le receté un ligero laxante, y así descartaría el posible embarazo al momento de evacuar esa masa rara que había notado al palparla, no apliqué el anticonceptivo.

La cité al tercer día, y cualquier cambio me lo comunicara o me la llevara a la clínica, pues en caso de que no fuera excremento, es muy posible que la tenga que operar, todo indicaba una gestación anormal, afortunadamente se encontraba aparentemente bien de salud.

Una vez más me dijo la señora: "doctor, pero si 'Nipy' ha estado 'en sus días' ¿Cómo es posible que esté embarazada?", me dijo con cierta incredulidad saliendo de la clínica.

No tuve que esperar mucho, al siguiente día la familia completa se encontraba en el consultorio, el papá de la joven dueña, al enterarlo de mis sospechas, la llevó inmediatamente.

Me decía, "doctor, hoy le noté un desecho a la gata, mi señora es muy probable que lo haya confundido con 'el celo', además es cierto que ha 'engordado' y no es precisamente por comida, pues ha dejado de alimentarse como lo hacía con anterioridad, ¿Qué cree que tenga doctor?".

"Es muy posible que se trate de una gestación anormal y habrá que operarla, ¿desean aprovechar la cirugía para extirpar la matriz?".

Me respondieron al unísono, "¿puede hacerlo de una vez?", "claro que si respondí", les explique sobre los riesgos de toda cirugía y estuvieron de acuerdo, la operaría al día siguiente, y al despedirse, alcancé escuchar a la señora, "pero si estaba en celo, cómo es posible que esté embarazada".

Recibí a "Nipy" al día siguiente, iban a dar las ocho de la noche cuando le pregunté a la doctora que me asiste, "¿Cómo has visto a la gatita?". "Se encuentra estable doctor", me contestó "¿quiere operarla de una vez?", "ya casi es hora de tu salida", le dije, no importa me contestó, "¿le preparo todo?", "manos a la obra" le dije agradeciéndole su tiempo extra.

Al abordar la cavidad abdominal, inmediatamente afloraron los cuernos uterinos, efectivamente, dentro de la matriz se encontraban los restos de tres cachorros sin forma alguna, solo piel y huesos, los músculos, vísceras, extremidades, habían desaparecido.

La maceración de fetos es producida por varios factores, puede ser por problemas hormonales y el parto no se presenta, ocasionando la reabsorción de tejidos en el feto, en la matriz hay presencia de microorganismos, pero no de bacterias de putrefacción, debido a esto hay secreción pero no despide mal olor, solo ese ligero desecho, que puede permanecer durante meses incluso hasta por años.

"Nipy" tenía meses con los cachorros muertos y empezaba afectar su salud. También se puede presentar la momificación fetal, aquí la matriz se encuentra perfectamente sellada y no hay secreción alguna, es alguna de las maneras en que diferenciamos estas enfermedades.

Realmente no es muy común estos problemas en pequeñas especies. Terminé con la cirugía, por lo regular no conservamos los restos de órganos que extirpamos, pero algo presentí, y le dije a la doctora que los guardara en bolsas perfectamente cerrados en el refrigerador. Al día siguiente al entregar a "Nipy" con un mejor semblante, exclamaron sus dueños, "¡qué delgada quedó!".

Al confirmarles lo que padecía, su dueña me dijo, "si no estaba en celo, ¿puedo ver que le extrajo?".

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