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El perro y el golpe de calor

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

Me encontraba fuera de la clínica cuando recibí la llamada de la dueña de "Treicy", un perro de 7 años de la raza Welsh Corgi, parecido a un zorro, de manto oscuro y con sobrepeso. El problema era su respiración, muy acelerada, jadeo excesivo y salivación abundante, incluso escuché y vi a mi paciente por el teléfono, pregunté si lo habían paseado en ese instante, afirmaron, eran las 3 p.m. Inmediatamente recomendé ponerlo bajo el chorro de agua durante un tiempo prolongado y tenerlo en un lugar fresco, afortunadamente ellos contaban con un botiquín y recomendé algunos medicamentos, son dueños de tres mascotas y conocen de estas eventualidades. La atención que le dieron a su mascota fue muy importante mientras llegaba a la clínica. Al auscultarle, su temperatura marcaba 39.5 grados, aún continuaba con taquipnea, afortunadamente su comportamiento era normal, he tenido otros pacientes con temperaturas de 42°C. y con signos de estupor donde desafortunadamente ya nada se puede hacer.

Nuestra región se caracteriza por calores intensos, es común atender a las mascotas con este síndrome conocido como "golpe del calor", es una rápida elevación de la temperatura debido a la exposición del sol durante un tiempo prolongado en las mascotas, con terminaciones fatales en los más de los casos. Esta enfermedad es mucho más frecuente de lo que podemos pensar, ya que son muchos los propietarios que ejercitan a sus mascotas en horas inadecuadas.

Los síntomas son claros, cuando el animal sufre calor empieza a jadear para eliminar temperatura de su cuerpo, el latido cardíaco se incrementa, se muestra muy agitado, dificultad de movimiento e incoordinación, alteración de la salivación, el color de la lengua y las encías va del azul al gris, la temperatura se incrementa hasta 42°C. Cuando el jadeo es intenso y prolongado, se afecta el intercambio gaseoso que origina una alcalosis respiratoria, y si se combina con el ejercicio intenso produce otro disturbio conocido como acidosis metabólica, y la combinación de ambas produce edema cerebral, seguido de su muerte.

Cuando comienza el edema cerebral, presenta un estado de estupor (está como desconectado del ambiente), las patas están calientes al tacto y la mucosa de la boca se pone pálida, en este estado los animales pueden presentar diarrea acuosa, que se puede volver sanguinolenta, a veces movimientos involuntarios de pataleo, si el edema progresa el perro llega al coma, desaparece el jadeo, disminuye marcadamente la velocidad respiratoria y sobreviene la muerte por apnea (parálisis respiratoria). Si el animal está privado de agua y ha perdido gran cantidad de líquidos por el jadeo, se produce un problema en la concentración de la sangre, lo que causa severos problemas vasculares, neurológicos, renales y hepáticos.

Primeros auxilios. Mientras lo ve el veterinario debe bajar la temperatura del perro rápidamente, la zona más importante a enfriar es la cabeza y el cuello, la sangre que va al cerebro debe ser enfriada para prevenir un daño cerebral y también descender el aumento de la respiración. Hay que poner al perro bajo un chorro de agua, colocar un trozo de hielo en el puente de la nariz (esto es especialmente importante para las razas de nariz corta) y en los lados del cuello, dejar el agua correr sobre el perro hasta que la respiración se haya normalizado. Se puede humedecer la boca del perro, no se aconseja dar de tomar agua, ya que puede desviarse a vías respiratorias y ahogarse. Cuando el perro empieza a respirar tranquilamente, retirar el agua y mantenerle con toallas húmedas, una bajada demasiada rápida de temperatura también puede dañar el cerebro. Tomar la temperatura y mantenerle fresco hasta que se encuentre a 39ºC., su temperatura normal.

Las mascotas más susceptibles son razas braquicéfalas (Bull dog, Bóxer, Pug), perros obesos, de piel oscura, animales que acaban de comer y los ejercitan en horas de alta radiación solar.

No fue necesario hospitalizar a "Treicy", así que después de inyectarle, y con una serie de recomendaciones, se fue a casa donde mejor no podía estar, cuenta con un jardín fresco y cuidados especiales de sus dueños. No supe más de mi paciente durante el fin de semana, hasta el tercer día me llamó su dueña, creí que recibiría malas noticias. "'Treicy' se encuentra muy bien de salud", me dijo, con su respiración completamente normal. "Doctor", preguntó, "¿podría llevarlo a pensión por unos días?, se encuentra extremadamente inquieto, pues una de mis mascotas se encuentra en celo?". "Treicy" una vez más fue a la clínica por "Golpe de pasión", y enamorado.

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