Días saturados de futbol es lo que se viene. Ya empezó el Mundial y los futboleros estamos de fiesta. Encontraremos la manera de ver absolutamente todos los partidos pase lo que pase, haga lo que haga nuestra Selección, finalmente somos bastante buenos por costumbre a tener siempre a un segundo favorito para cuando nuestro México quede fuera.
Clavarnos demasiado en lo que hará nuestra Selección es inevitable. Somos tercos, nos gusta soñar, en este Mundial estamos disfrazando nuestra ilusión con una supuesta resignación a quedarnos en la fase de grupos, estamos mintiendo, en el fondo deseamos el quinto partido más que nunca, ya de una manera enfermiza, la objetividad nos abandona. Esta Selección del Tata Martino no es muy distinta a las anteriores, su nivel es terminar entre las mejores 16, menos que eso sería fracaso, más que sí que sería una hazaña.
Los favoritos claramente son Brasil, Argentina y Francia. Después vienen Bélgica, Inglaterra y España. Las sorpresas podrían ser Croacia, Dinamarca o Países Bajos. No hay más. Un escenario distinto no lo habría predicho ni el más atrevido pitoniso.
Las lesiones han mermado en algo la ilusión de muchos. Yo en lo personal me moría por ver a Karim Benzema jugando una copa del mundo y también tenía una cita guardada para ver qué tal se desempeñaba con su Senegal el delantero del Bayern Múnich Sadio Mané. Terrible par de lesiones de jugadores top mundial. Esperemos los infortunios ya paren ahí.
El mundial del VAR también será este. Ya en el Qatar-Ecuador hubo polémica, otra vez más alimentada por la desconfianza que por realmente haber alguna clase de arreglo en los partidos. Las jugadas de fuera de juego dudosas las decidirá un robot que no falla, que mide con exactitud milímetro por milímetro. Habrá otras jugadas donde entra el criterio donde definitivamente habrá dudas pero en las de offside no, no seamos tercos.
Aquí nos vemos la próxima para ver y platicar de cómo va la fiesta.