(ÉRICK SOTOMAYOR)
El artista Miguel Sifuentes ha introducido una parada de autobuses en una casa histórica de Torreón, objetos de uso cotidiano y también una serie de puertas con las imágenes de gente cercana y testimonios escritos sobre la violencia que vivió la ciudad durante la guerra contra el narcotráfico.
Desde el pasado 24 de noviembre, las muestras Desde el Umbral y Objetos Pictóricos, están albergadas en Casa la Morelos, originalmente residencia del empresario Fernando Rincón, construida con estilo mudéjar en 1935 por Cesáreo Lumbreras y remodelada en 2022. Allí, el artista aprovecha los espacios de las habitaciones para exponer sus piezas.
“Son dos exposiciones en una. Una es la de las puertas, llamada Desde el umbral, hecha con una beca del FONCA, donde un intercambio de puertas con personas cercanas, profesionistas, que fueron violentadas gracias a la guerra contra el narco, donde se decía que todas las personas involucradas tenían que ver y yo decía que no”.
Los participantes, detrás de las puertas donadas, escribieron testimonios sobre esa época iracunda. Mientras que el artista, como parte del intercambio, les compró puertas nuevas y los pintó en tamaño real. En total fueron once puertas intervenidas, pero la muestra sólo alberga ocho.
Mientras que Objetos Pictóricos incluye objetos a partir de bastidores, recreados a tamaño real y en tercera dimensión con técnicas tradicionales. “El objetivo es hacer que los objetos mismos cuestionen esta idea pragmática que tenemos sobre que todo tiene qué funcionar y cómo valoramos las cosas que nos sirven”.
Se propone así una reflexión para observar los objetos desde su valor esencial y no servicial. Son objetos cotidianos, de uso diario. Aquí habita la ya mencionada parada de autobuses, un proyecto que al artista le llevó bastante tiempo culminar.
“Precisamente es una recreación a tamaño real de una parada de autobuses, donde vemos el deterioro de todas ellas. Incluso nunca fueron funcionales al 100 por ciento, a algunas de ellas les da el sol e incluso fueron utilizadas para ponerles señalética por personas comunes y corrientes, por así decirlo, donde se supone debería de ir la ruta de los camiones. Son cosas que están ahí, que supuestamente sirven, pero en realidad nos preguntamos ¿a quiénes sirven?”.
