Los sueños se van con la luz del día, lo sabemos, pero ¿de dónde vienen?
Están hecho con la materia de la vida, pero no son vida. Son un espejo de la realidad, pero no son realidad. Se diría que los produce la imaginación de algún escritor loco que no pone ilación en sus episodios ni en sus personajes.
Los sueños son un sueño que actualmente nadie puede interpretar. Antes los sueños eran puestos por los dioses, y los hombres podían descifrarlos. Ahora no. Ahora los sueños son vagas invenciones, y quienes en ellos aparecen son fantasmas que dicen y hacen cosas sin sentido; sombras de su propia sombra.
Quizás algún extraño dios nos está soñando a nosotros. Quizá somos fantasmas que dicen y hacen cosas sin sentido. Quizá somos sombras de nuestra propia sombra.
Quizá también estoy soñando al dios que nos está soñando.
¡Hasta mañana!...