Esta columna se viste hoy de luto debido a que su titular original se despidió de este mundo hace apenas unos días. La Maestra María Magdalena Briones Navarro inició con la publicación del editorial "A La Ciudadanía" hace ya algunos lustros, ella le dio este nombre.
Crecí admirando a nuestra querida Maestra, primero la seguí en el teatro especialmente en aquella obra "Hipótesis" que no sólo la escribió, también la actuó junto a un joven actor que luego logró posicionarse con éxito a nivel nacional: Humberto Zurita. Campeaba en esos espacios y en esos tiempos la poesía de León Felipe cuyos versos poseían el carácter crítico y de lucha contra las injusticias sociales.
Me gustaba leerla y escucharla en las entrevistas que le hacían en radio, siempre dejaba algo que provocaba las conciencias y/o un aprendizaje. Recuerdo haber leído un suplemento cultural dominical de El Siglo de Torreón en el que la Maestra escribía sobre uno de sus temas predilectos y que luego se convirtió en una de sus grandes preocupaciones: el tema del agua. Primero lo abordaba desde un punto vista global y después lo aterrizaba en la problemática del agua de la Comarca Lagunera. No recuerdo si esto fue antes o después de aquella lucha ciudadana en contra de la instalación de la termoeléctrica en la entonces Villa Juárez.
Junto con otros importantes ambientalistas de la época, la Maestra Magda lideró el movimiento. Quienes seguimos de cerca el movimiento, entendimos la importancia estratégica de los acuíferos subterráneos no sólo en el desarrollo de la región, sino en la construcción de la resiliencia que añoramos ahora como mecanismo de adaptación al cambio climático. Durante esta difícil etapa en la vida de la maestra, mi admiración por ella creció, descubrí a la Magda valiente que expresaba en todas sus participaciones su gran amor por su tierra.
Como dije antes, crecí admirando a la Maestra Magda y después tuve la suerte de conocerla mejor y trabajar con ella. Estas sincronicidades de la vida son un verdadero tesoro. Ocurrió en una reunión para presentar ideas sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad, organizada por WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) ahí surgió la idea de realizar un estudio de gran visión sobre el Río Nazas, idea en torno a la cual se fundó Biodesert, A. C., quedando en la presidencia de la misma la Maestra Magda. Mientras se conseguían los recursos para instalar una oficina de Biodesert, la generosidad de la Maestra Magda se expresó al insistir en que fuera su casa el lugar provisional de reunión de la Asociación Civil.
Fue un verdadero placer conocer la casa de la Maestra Magda y desde luego conocerle más a ella, desde que entras a su casa encuentras rincones con libreros repletos, sobre la mesa del comedor y en muchísimos otros lugares se encuentran libros abiertos sobre diferentes tópicos: política, economía, filosofía, ecología, entre otros, junto a ellos las libretas de apuntes de la Maestra.
La pared del comedor se encuentra adornada por dos hermosos bodegones, y fue aquí donde di mi primer resbalón al preguntarle a la Maestra por la autoría de aquellas pinturas, la Maestra soltó una reverenda carcajada que le iluminó el rostro, luego me tomó del brazo y con mucho entusiasmo me dijo, mientras caminábamos por la sala de estar, mira con excepción de ese y aquel otro, todos los demás los pinté yo. Quedé asombrado, no tenía idea de que la Maestra cultivara a ese nivel el arte de la pintura.
La mayoría de sus pinturas mostraban escenas de la naturaleza tales como montañas, desiertos, valles, ríos, árboles, entre otros paisajes. En ese interesante y bello entorno sesionamos los integrantes de Biodesert, sesiones que se extendían por la charla amena de la Maestra sobre diferentes etapas de su vida. De la que más disfrutaba platicar era su vida como bailarina, sus presentaciones en público y su larga estancia en España en la academia de baile. Muchas charlas sobre diferentes temas tuve el placer de escucharle a la Maestra Magdalena Briones Navarro, será muy difícil aceptar su partida, la echaré mucho de menos, me enseñó tantas cosas, gracias, gracias, gracias por su talento y su generosidad.
