Finalmente, el pasado 22 de enero concluyó la temporada 2021-22 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), con la coronación de los "Charros" de Jalisco. En esa fecha y en su propia casa de Zapopan alcanzaron el título al vencer en el séptimo y definitivo encuentro a los "Tomateros" de Culiacán, por pizarra de 8 carreras a 1. Con su derrota se frustró para este último equipo la expectativa que tenía de obtener el tricampeonato, toda vez que se habían hecho del banderín de las dos temporadas anteriores.
Ante tal posibilidad, varios comentaristas escribieron que de lograrse tal hazaña sería la segunda vez en la historia de la LMP que eso ocurriera. Pero además, con el significativo dato de que tal equipo tricampeón hubiere sido dirigido por el mismo manager.
Los analistas mencionaban al efecto como caso anterior y único el tricampeonato obtenido en la década anterior por los Yaquis de Ciudad Obregón, conjunto que ganó el título en las temporadas de la LMP correspondientes a 2010-11, 2011-12 y 2012-13, bajo la dirección del mánager Eddie Díaz. Pues no, porque en realidad fue ésta la segunda ocasión y no la primera. Y de alguna forma quizá fue la tercera. Veamos:
En los 77 años de la LMP (que a lo largo de su historia ha tenido diversas denominaciones), el primer equipo que alcanzó un tricampeonato fue el de "Venados" de Mazatlán, dirigido por el lagunero Guillermo "Memo" Garibay. Los títulos obtenidos fueron los correspondientes a las temporadas 1952-53, 1953-54 y 1954-55. Tan memorable fue este periodo en la mejor pelota invernal de nuestro país que el historiador del beisbol mexicano Alfonso Araujo Bojórquez, llama a este periodo la "Era Garibay", de la Costa del Pacífico.
Procede señalar, sin embargo, que el equipo de Culiacán pudiera ser reconocido como el primer equipo tricampeón y aun tetracampeón de la LMP. Las cosas sucedieron así: Culiacán, cuyo equipo entonces se llamaba "Tacuarineros", ganó los campeonatos de 1948-49 y 1949-50, bajo el mando de Manuel Arroyo. En la siguiente temporada, la de 1950-51, por un mal entendido, no hubo oficialmente campeón, porque la campaña se dividió en dos vueltas. La primera la ganaron los "Ostioneros" de Guaymas y la segunda los "Tacuarineros" de Culiacán, dirigidos también esta vez por Manuel Arroyo. Los triunfadores de la primera ronda, es decir, los de Guaymas, se negaron a jugar una serie por el título entre los ganadores de una y otra vuelta, por lo cual la Liga declaró desierto el campeonato correspondiente a 1950-51.
En la siguiente temporada, la de 1951-52, el campeonato lo ganaron los "Tacuarineros" de Culiacán, también dirigidos por Manuel Arroyo. Si en la temporada anterior no hubo campeón, pudiera decirse que de alguna manera Culiacán fue el primer tricampeón. Y dirigido además por el mismo piloto: Manuel Arroyo. Y aun pudo haber sido tetracampeón si la Liga le hubiere atribuido el título de la temporada 1950-51 por haber sido el equipo que estuvo dispuesto, como ganador de una de las dos vueltas en que se dividió el torneo, a disputar el título absoluto en una serie de playoff, y de ninguna manera a Guaymas por haberse negado a ésta razonable fórmula de solución.
En la ceremonia de premiación a los nuevos campeones "Charros", llevada a cabo el sábado 22 al finalizar el séptimo juego, muy significativo y merecido el reconocimiento hecho a la sexteta de ampayers de la serie final. De los árbitros nadie se acuerda, salvo para reclamarles, sin tomar en cuenta que nadie es infalible en sus decisiones, y al menos en el deporte rey tratan de hacer su trabajo lo mejor que pueden. No se recuerda un homenaje similar. Ojalá no sea ésta la última vez, pues el público recibió bien el gesto.
