Los Toros de Tijuana, campeones 2021 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y súper líderes de la temporada regular 2022, quedaron fuera de los playoffs. Fueron eliminados en la serie de campeonato de la Zona Norte por los Sultanes de Monterrey. Y además por la triste vía de la "barrida", es decir, los Toros no ganaron a estos un solo juego de la serie.
Como ya he escrito en otras ocasiones, no es extraño que esto suceda. Más bien es lo que con mayor frecuencia se presenta: que el súper líder de la campaña no quede campeón. En su libro "La acción de los play-off" Pedro Treto Cisneros da cuenta de que en el periodo que va de 1970 al año 2000 solo en diez ocasiones el súper líder del año llegó a ser el campeón del mismo, pero en las otras veinte no.
Y entre 2001 y 2021 solo 8 de los 21 títulos fueron ganados por el equipo súper líder, y en los otros 13 casos no. En este 2022 se volverá a presentar esta misma situación, toda vez que los Toros han sido eliminados.
¿A qué obedece lo anterior? Al diferente desempeño que las escuadras suelen tener en la campaña regular (que este año comprendió 90 juegos) y al que tienen durante la postcampaña. Por diversas razones esto suele suceder, es decir, desempeño diferente, a veces notoriamente contrastante, tanto en lo individual de cada pelotero como colectivo del mismo equipo. Por fortuna en el beisbol todo se mide. Comparemos a continuación los principales indicadores de pitcheo y bateo de Toros y Sultanes, tanto durante la temporada regular como en la serie entre ellos de cuatro juegos en la postemporada, en la que los primeros fueron eliminados por los Sultanes.
De los 90 juegos que comprendió este año la campaña, los Toros ganaron 62 y los Sultanes 51, por lo que perdieron 28 y 39, respectivamente. En cuanto a su bateo colectivo el de Tijuana fue de .314, 161 cuadrangulares, anotaron 624 carreras y conectaron 933 hits, que en el caso de Monterrey fue de .297 (bateo), 106 cuadrangulares, 523 carreras y 873 hits. Notoria la superioridad de los Toros.
Y en lo relativo al pitcheo, la efectividad (número de carreras limpias permitidas por cada 9 innings) del equipo de Tijuana fue de 4.21 y de 5.43 el de Monterrey, les batearon 738 hits y 94 cuadrangulares a los lanzadores de Tijuana, y a los de Monterrey 849 y 106, respectivamente.
En los cuatro juegos de postemporada que tuvieron Toros y Sultanes los números se invirtieron. La efectividad del pitcheo de Monterrey fue de 2.48 y 5.49 el de Tijuana. A los lanzadores de Tijuana les anotaron 24 carreras (entre sucias y limpias) y a los de Monterrey solo 13. Y por lo que hace al bateo, el de Sultanes fue de .288, 42 hits y 5 jonrones, en tanto que las cifras de los Toros fueron .247, 38 y 2, respectivamente.
Don Pedro "El Mago" Septién hablaba de "la frialdad de los números" en el beisbol, lo cual es cierto porque dicen mucho y lo explican todo.