Algunos amigos aficionados a la pelota, muy contentos -con justa razón, desde luego-- porque Unión Laguna llegó a la postemporada en este 2022, se dan sin embargo por satisfechos no obstante que el equipo haya sido eliminado en la primera de las cuatro rondas de playoff. Como que consideran justo o correcto que por no haber sido UL de los clubes con mayor número de juegos ganados, no merecía ir más allá. Craso error.
Parte importante de la magia de los playoffs es que no es requisito haber sido el súper líder de la campaña para convertirse automáticamente en campeón. Terminada la temporada regular y conocidos los equipos que pasan a los playoffs, todo vuelve a empezar y a partir de ese momento cualquier cosa puede suceder. Así lo demuestra la historia de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
En su interesante libro "La acción de los play-off", Pedro Treto Cisneros hace sobre ese punto un recuento (pág. 48) de lo sucedido a partir de 1970, año en que se implantó el formato de los playoffs, y hasta el año 2000.
En los 30 años comprendidos en dicho periodo (que no incluye a 1980, por haber sido el de la huelga de peloteros), solo en 10 ocasiones el campeonato lo ganó el súper líder de la temporada regular, y los otros 20 títulos los ganaron equipos que en la tabla general de posiciones ocuparon del segundo lugar para abajo.
Hice un ejercicio similar para el periodo que va de 2001 a 2021. Éste comprende 21 campeonatos, considerando que en 2018 hubo dos torneos y obviamente dos campeones, uno de verano y el otro de otoño, y que en 2020 la temporada se canceló por la pandemia. De dicho ejercicio de investigación los resultados, muy similares a los encontrados por Treto Cisneros en los treinta años anteriores, son los siguientes:
Solo 8 de los 21 títulos de ese periodo fueron ganados por el equipo súper líder de la respectiva temporada regular. Fueron los siguientes: Tigres, aún capitalinos, en 2001, y después en 2005; Diablos Rojos del México en 2002 y 2014; Sultanes de Monterrey en 2007, Toros de Tijuana en 2017, Leones de Yucatán en 2018 (torneo de Primavera) y Acereros de Monclova en 2019. Suman ocho de veintiuno.
Y los otros trece equipos que fueron campeones a pesar de no haber registrado las mejores cifras en juegos ganados y perdidos en la temporada regular, fueron como sigue: Yucatán con el séptimo lugar en la tabla general de posiciones en 2006; con el sexto sitio los Saraperos de Saltillo tanto en 2009 como en 2010, que fueron los años de su bicampeonato; Campeche con la quinta posición en 2004; con el tercer lugar los Tigres de Quintana Roo en 2013 y 2015, así como Sultanes de Monterrey en 2018 (Otoño) y los Toros de Tijuana en 2021; y con el segundo puesto del standing general los Diablos Rojos en 2003 y 2008, los Tigres en 2011, los Rojos del Águila de Veracruz en 2012 y los Pericos de Puebla en 2016. Son los trece equipos que sin haber sido súper líderes obtuvieron la corona de campeones de la LMB entre 2001 y 2021. El año próximo, de volver a darse el caso con UL, valdrá la pena tener esto presente.