Estamos cansados de tanta violencia.
Estamos cansados de la indiferencia de la gente ante el dolor ajeno.
Estamos cansados de la crisis económica.
Estamos cansados de los malos políticos.
Estamos cansados de ver a la juventud indolente ante las causas nobles.
Estamos cansados de ver que las tradiciones se van perdiendo.
Estamos cansados de ver que se ha perdido el culto y el respeto a las personas mayores, ya sean parientes o no.
Estamos cansados de los líderes religiosos, de cualquier religión que no tienen vocación.
Estamos cansados de los malos profesores.
Estamos cansados de la envidia.
Estamos cansados del estrés de la vida diaria.
Estamos cansados de los conflictos por malos entendidos.
Estamos cansados de tener una esperanza falsa, de que todo va a cambiar para bien.
Estamos cansados de que el otro empiece a hacer el bien, para después luego involucrarnos.
Estamos cansados de sentir miedo.
Por eso después de un día intenso y pesado descansamos al llegar a nuestro hogar, donde se encuentra lo más querido "nuestra familia" y "nuestro perro".
Y ahora para terminar una gota de filosofía: VALIENTE EL QUE DICE LA VERDAD, LA VERDAD AÚN SABIENDO QUE LO PERDERÁ TODO.
