
Abel apoyó a su familia desde los 14 años, hasta que se consideró capaz de hacerse cargo del negocio en donde hoy se instalan. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Con 22 años, Abel Barrientos dirige el negocio de su familia, en el que ha trabajado desde que era pequeño y en donde recuerda momentos agradables con sus padres.
Abel compartió que desde que era muy pequeño, sus padres se dedicaban a la venta ambulante; mientras que su madre se quedaba en casa para ofrecer carteras de huevo a los vecinos, su padre salía para ofrecer el producto en las calles, "el dueño oficial es mi papá, pero yo soy quien está a cargo, tenemos ya un año y medio en este lugar, pero fuimos vendedores ambulantes por ocho años", informó.
Con las ventas positivas, pronto el negocio fue creciendo, y de vender solo producto, se integraron otro tipo de cosas, hasta que la gente comenzó a reconocerlos.
El apoyo de la población que identificó como sus clientes, ayudó a que al pasar de los años como ambulantes, pudieran abrir su propio local, en donde colocaron muchos más productos, "antes solo vendíamos huevo, siempre fue eso, pero al cambiarnos a este lugar tuvimos la oportunidad de colocar más mercancía".
Pese a la crisis económica que se vive en el país y en la región, agradeció que las personas no dejan de asistir a comprar parte de su mandado al lugar, "nos ha ido muy bien gracias a Dios, no batallamos absolutamente con nada y aunque cuando inició la cuarentena no nos fue muy bien, actualmente hemos tenido buenas ventas", manifestó.
Desde que tenía 14 años ayudó a su papá con el comercio, no fue hasta que consiguieron el local que se animó a decirle que él podía estar a cargo; "esto se convirtió en mi trabajo, mi papá ahora realiza entregas a tiendas en el poblado de Monterreal en Torreón".
Finalmente, Abel animó a las personas que desean convertirse en emprendedores, "si tienen algún dinero no lo malgasten, inviértanlo y aunque es pesado, un negocio abre muchas posibilidades" concluyó.