La inmoralidad no tiene relación directa con religiosidad o espiritualidad; se refiere a los valores humanos que permiten orden y avance social. Inmoral, según la Academia de la Lengua, es aquel que "se opone a la moral o a las buenas costumbres".
En todo caso, es compromiso ineludible de velar por el bien común, la seguridad pública, privada y atender la calidad de vida de la sociedad.
La moralidad se refiere al aseguramiento del respeto a usos y costumbres, incluyendo el buen ejercicio del poder, protegiendo a todos, vigilando particularmente a quienes desempeñan funciones públicas.
En el caso, la función primordial del gobierno es atender las condiciones y necesidades de sus gobernados; importante: cumplir sus promesas y cuidar las formas de vida que aspira la ciudadanía.
No cumplir con ese principio moral transforma en inmoral al incumplido. No existe excusa, siendo responsabilidad del gobernante hacer coincidir a la justicia con lo moral, conforme la voluntad de las mayorías.
Para ello existen leyes, reglamentos y normas que definen lo bueno y/o malo, lo moral o inmoral, correcto o incorrecto. Incumplir tal responsabilidad -función ineludible de ejercicio de poder- lleva a lo "hedentino" -"despidir hedor, algo malo y penetrante"- en las acciones o permisividad de todos aquellos que se alejan de las buenas costumbres sociales. Eso se denomina: Abuso de Poder.
Una de las preocupantes faltas a la moralidad del actual gobierno es la insuficiente atención a la denuncias sobre actos inmorales de administradores en funciones y/o miembros/simpatizantes de MORENA. Veamos solamente algunos ejemplos.
Entre los familiares del presidente sobresale su hijo José Ramón, quién sin claros ingresos, evidenciado inmoralidad, se exhibe en fotografías con sobrada fatuidad: vehículos de lujo -desde autos hasta aviones-, viajes suntuosos y ocupación de verdaderos palacetes. Sume a Pio y otros familiares que cuentan con la "justificación" presidencial.
Pedro Salmerón Sanginés, el historiador defendido, desoyendo la exigencia de justicia de estudiantes de la CDMX, quienes -según acusaciones- fueron acosadas sexualmente por él; pareciera inmoralmente "blindado" por funcionarios públicos y otros cercanos al presidente.
Como burlesca ironía y ostentación del abuso de poder, Delfina Gómez, acusada durante su gestión como presidenta municipal de Texcoco, de hacer descuentos obligados a los trabajadores municipales para triangularlos y aplicarlos al Movimiento y financiar su campaña para diputada federal, es ahora Secretaria de Educación de México, hecho que contraviene lo enseñanzado en ética, moral y civismo, materias básicas para la formación integral de los niños.
Cuahutemoc Blanco Bravo, exfutbolista, gobernador de Morelos, es frecuentemente relacionado al narcotráfico. Las acusaciones de corrupción y hasta crímenes no han sido suficientemente investigados, al menos para "taparle el ojo al macho".
A personajes consecuentes y desertores de otros partidos les entregan puestos de representación internacional, a pesar de traicionar "chapulineando" entre diferentes plataformas políticas.
Virar de derecha a izquierda o viceversa, es común desvergüenza de los inmorales.
Quirino Ordaz Coppel, empresario, político, ex gobernador de Sinaloa, aún siendo priísta, con cínica desfachatez acepta propuesta para ser embajador en España.
Claudia Pavlovich, involucrada en la "Operación Zafiro" y denunciada por su expartido del desvío de $14,000,000.00, es ahora cónsul en Barcelona; Carlos Miguel Aysa González, gobernador sustituto de Campeche, a la embajada mexicana en Santo Domingo.
De Coahuila, son conocidas las acusaciones contra los exgobernadores Moreira: Humberto, buscando bajo perfil ante acusaciones atendidas ineficientemente; Rubén, escudándose en puestos políticos que le permiten tener fuero.
Durango, atento al coqueteo del gobernador José Rosas Aispuro con MORENA, buscando mantenerse en la línea del poder en México.
Esos son algunos casos recientes, sin olvidar al secretario particular del presidente, Alejandro Esquer y su oficial mayor Denis Vasto, quienes en video se observan ejecutando una "operación carrusel" en sucursal bancaria, depositando dinero una y otra vez, buscando evasión fiscal sugerente de lavado de dinero. La investigación de Latinus no tiene respuesta fundamentada.
El general Jens Pedro Lohmann, deportista que participó en los Juegos Olímpicos de Moscú, parte del equipo mexicano de pentatlón moderno, graduado como oficial artillero, miembro del Estado Mayor Presidencial y funcionario del ISSSTE, acusado del manejo turbio en la licitación de 488 ambulancias; fue denunciado por la revista Proceso de estar implicado en la desaparición forzada de tres personas, sentenciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos: ahora dirige los Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México.
Del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, no sorprenden sus litigios contra la UDLAP -fue rector- y sus denuncias, hasta el encarcelamiento de familiares políticos, señalado como posible abusador de autoridad. Goza abiertamente su lujosa flotilla vehicular.
Estos pocos casos -Usted agregue otros más- que deben hacer reflexionar sobre la descomposición social que vivimos, que se refleja en la permisividad con actos inmorales sin aparente contención.
Me duele escribirlo, pero pienso que tales inmoralidades están sostenidas en nuestra apatía. ¿o… qué piensa?
