
(A RAP-PER DAY)
La vida de Flash (Getzemany Preciado) ha sido un constante soltar y respirar, fluir en ritmos y experiencias con sus respectivas pausas o silencios. Fue en la colonia Moderna de Torreón donde, a la temprana edad de cinco años, vio cómo vecinos del barrio bailaban breakdance sobre cajas extendidas de cartón. Ella lo ignoraba, pero la cultura hip hop ya la había abordado.
“Cuando era niña mi mamá tenía maquinitas en la casa y ahí se juntaban unos chavos que se hacían llamar los ADN. A mí me sacaba de onda porque se supone que ahí el barrio era La 28, pero en los créditos de las maquinitas estaba todo lleno de ADN. Entonces fue realmente cuando conocí al primer crew (colectivo), cuando yo tenía cinco años. Estos tipos, vestidos de cholos, así tumbados, siempre andaban con cartones bailando breakdance. Me acuerdo que cuando me salía afuera con mi mamá, estaban estos chavos con los cartonsotes. Creo que fue la primera vez que tuve un tope directo con la cultura. Y, cuando ya viste eso, ya de grande obviamente te va a llamar la atención”.
El barrio permeó su influencia en Flash y su joven memoria recuerda un grafiti plasmado a la vuelta de su casa. Se trataba de un ‘cholo’ dibujado en aerosol, pieza que siempre quiso emular. Años más tarde, ella misma se convertiría en una de las artistas de grafiti ilegal más activas y sobresalientes en la Comarca Lagunera.
Al preguntarle sobre sus inicios en la música rap, Flash recurre a su etapa en la Escuela Secundaria Número 9 de la colonia Jacarandas. Recuerda que en esa época Realidad 44, uno de los colectivos de rap más importantes de Torreón, estaba en su apogeo. Era 2007 y su arte comenzó a fluir de manera natural.
“Antes de empezar a pintar, empecé haciendo freestyle. Me resultó muy fácil, lo hacía muy rápido. Recuerdo cuando improvisaba en la secundaria y la gente decía: ‘¡Ah! ¡Como Flash!’, por rápido”.
Pintura en aerosol y música rap fueron entonces el pan diario para alimentar la creatividad de esta artista. Flash forjó un estilo único en los muros y técnica rápida con su voz para fluir en los ritmos. Por eso, no tardó mucho en ser invitada por el productor torreonense Sparck para integrarse al colectivo TPM Clan.
Pero después, Flash tuvo intermitencias en los escenarios, tiempos de idas y vueltas ante el micrófono, en mayor parte debido a su nueva etapa como madre de familia. Aunque, asegura que el hip hop vive dentro de ella y de eso es difícil desprenderse.
“Pienso que eso siempre lo traje muy dentro. No es algo que puedas dejar de un día para otro. Es algo que te va a seguir llamando y en donde sea va a estar eso. Realmente no lo dejé de lleno”.
Regresar al escenario
Aunque la amistad entre Flash y Dj Conerzion data de años atrás, las mismas circunstancias de la vida no habían propiciado que esa química fraguara música en formato más formal.
“Armamos Versátil entre 2017 y 2018. Para ese entonces ya teníamos planes de sacar un disco, hasta teníamos el nombre (se iba a llamar Contra reloj), pero me embaracé de mi segundo hijo y me puse mala. Realmente, aunque yo quisiera venir a grabar, no podía, me mareaba mucho, rollos así del embarazo y ya le dije a Coner: ‘¿Sabes qué? No se va a armar’. Ya fue cuando quise quitarme el rollo, de concentrarme más en lo mío, más de mamá, pero es que no se puede y tú misma te haces tiempo para poder hacer las cosas que tienes que hacer”.
En noviembre pasado, junto al gomezpalatino Dj Conerzion, Flash publicó su álbum Soltar y respirar, un trabajo maduro compuesto de nueve piezas musicales, entre las cuales aparecen colaboraciones de otros artistas como Denor, Mote y el colectivo de rap femenino Tu Segunda Madre.
El material es inaugurado con Árbol, introducción donde Flash marca la pauta de su discurso. Haciendo honor al título, las letras se enraízan en lecciones existenciales y el reconocimiento al papel de su propia familia: madre, padre, hijos y esposo. Para ella, la libreta es salvavidas, superficie que permite el registro de vivencias y emociones.
“Siempre he dicho que me amoldo al ritmo, dependiendo del ‘beat’ que sea me amoldo, pero pienso que es tanta la diferencia de hace diez años que, obviamente ya no puedo rapear cualquier cosa. Tengo que enfocarme más en lo que voy a escribir, porque también es algo es mío. No puedo escribir como antes que metía tantas groserías. Ahorita trato de no meterlas, de esforzarme, de dejar una mejor letra que tenga más sentido y de que llene”.
Para la artista es imprescindible dejar un mensaje sobre su estado emocional, expresar las ideas en su pensamiento y lograr que aquello que ronda su mente se materialice en sonido. Apartar las incoherencias, empeñarse en la escritura, enfrentarse al micrófono y con ello realizar un acto de libertad, son también ingredientes en su trabajo creativo.
“Precisamente en Árbol estaba molesta por unos problemas que tuve. Esas son cosas que te consumen y dices: ‘¡Ignóralo! ¡No te claves!’, pero no, hay veces que de plano la situación no te lo permite y lo que hice en esa canción fue sacarlo”.
Por su parte, Dj Conerzion resalta la técnica en la voz de Flash, pero también añade su talento al escribir. Estos factores propician que la propuesta musical se vuelva sólida al momento de la orquestación. Flash descarta las mentiras, es honesta, expresa lo que vive, de ahí el nombre del álbum: Soltar y respirar.
Punto especial es la participación de Tu Segunda Madre, grupo de mujeres al que Flash agradece su apoyo y resalta la actual presencia femenina en la cultura hip hop.
“Antes no se veía tanto el rap femenino y si había era más vieja escuela, no había grupos de mujeres. Ahorita en Durango hay un colectivo de puras mujeres y eso está chido, porque realmente hay mujeres que se esfuerzan más al momento de escribir que varios hombres. Hay mujeres que le meten más empeño a la letra, hay mujeres que la piensan más y de hecho hay mujeres que incluso leen para aventarse algo que llene más. Y hay hombres que no le meten el mismo amor ni el empeño ni el sentimiento de una mujer”.
Actualmente, Flash y Dj Conerzion se muestran contentos con el recibimiento que ha tenido el álbum. 2021 fue un año lleno de eventos y demostraciones en escenarios de La Laguna. El rap le ha dado a Flash la oportunidad de sentirse llena, con confianza y, como lo menciona en Soltar y respirar (pieza que bautiza al disco), ver por la ventana de su ser y ser dueña de sí misma.