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Metáfora Ciudadana

Espejo enturbiado y realidad ofuscada

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ

"Nosotros no vemos el mundo como es; vemos el mundo como somos nosotros"

-Krishnamurti, filósofo hindú-

Me miré en el espejo y observé que tenía muy sucia la cara. Empapé una esponja en jabón y con ella froté frenética y fuertemente el espejo, luego lo sequé y nuevamente lo restregué con firmeza. Volví a mirarme en él y descubrí que continuaba reflejando mi cara manchada. Repetí todas las operaciones antes descritas agregando detergentes químicos y este seguía reflejando mi cara sucia. Furioso rompí el espejo por inservible y al arrojar los pedazos a la basura, noté que, en ellos, neciamente seguía reflejándose mi cara mugrienta; hasta parecían burlarse de mí.

La única verdad es la realidad, sentenció Aristóteles. El filósofo Hegel aseguraba: "Todo lo racional es real; y todo lo real es racional"; es decir, todo lo que existe conlleva el más alto grado de racionalidad posible, la realidad nunca desaparece, aunque se deje de creer en ella. Según Nietzsche: La realidad no es algo estático, permanente, inmutable; es devenir y cambio continuo siempre racional y razonable.

La lealtad humana tiene mucho que ver con la realidad social; estriba en poder observar las situaciones, y soltar el resentimiento, odio o sentimientos de dolor y enojo hacia los demás, entendiendo que hay una parte nuestra que se reconoce en un 'espejo' que nos refleja el afuera imaginario. Así que debemos aceptar que aquello que me molesta, irrita o quiero cambiar de la otra persona, también está dentro de mí. Que lo que el otro critica o juzga de mi persona, si me molesta o hiere, es algo que estoy reprimido en mí. A su vez, todo lo que me gusta de la otra persona, lo que amo en ella, también está dentro de mí. Por ello es posible que cuando reciba basura como regalo sea capaz de devolver flores. Generalmente en tu cara refleja tu actitud, llamar enemigos a quienes no comparten tus ideas son manchas más fuertes y oscuras que el melasma físico; es un trastorno indecoroso, ventajista que solamente quiere lo que yo quiero: ¿A que le tienen miedo quienes tratan de impedir ejercicios democráticos entre la población? ¿A que sea el pueblo quien decida?

Veamos algunos ejemplos de espejos enturbiados hoy aquí: En absoluto desprecio a la inteligencia de los ciudadanos lanzo diatribas, acusaciones falaces a mis adversarios políticos justamente de lo que he yo hecho antes como relaciones con grupos criminales, creación de empresas fantasmas, vender bienes inmuebles ilegalmente construidos violando la ley inmobiliaria por una mafia amparada en cargos públicos. Lo peor es que quienes realizan dichas transgresiones aseguran poseer espíritu religioso e inspiración humanista; ellos acumulan harto hollín en el rostro negándose a asearlo, asegurando ser "perseguidos políticos" aunque las evidencias los hunden; "Él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro", cómo rubricaría Sor Juana Inés de la Cruz.

Burda publicación de supuestos cables secretos de una potencia mundial con información criminal grotescamente escritos en "spanglish" y publicados con la intención de destruir dignidades y decisiones populares; ridículamente sumando apoyo de grupos criminales enemigos entre sí, quienes olvidaron su odio y antagonismo y se unieron para apoyar a un candidato. Falta absoluta de inteligencia, solvencia ética, manifiesta falta de probidad tanto de quien los escribe como de quien los reenvía. Rechazada esa difamación por las autoridades de dicha nación y amparada la verdad por decisión judicial inapelable que ratifica el resultado electoral; se busca mantener enturbiado el espejo escondiendo la realidad.

Es muy válido y deseable un futuro diferente, pero en este momento se deben aceptar las cosas como son; es irracional no entender que ciertas disposiciones que eran reales en otras épocas ya ahora son irracionales, como la pena de muerte; la compra de conciencias en medios informativos y en elecciones o salir a pedir a los parlamentos de naciones beligerantes que sancionen y hasta invadan países que buscan dirigir su propio destino; como sucedió para México en 1860. Llamar a extranjeros para solucionar problemas internos del país, además de traición es ridiculez histórica

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Escrito en: editorial LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ editoriales

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