La Conferencia de las Partes (COP) es la Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) donde se reúnen los 196 países más la Unión Europea que conforman a las Partes. La COP 26 se llevó a cabo en Glasgow, Escocia y ahora mismo se está realizando la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto, como parte del protocolo de las reuniones los dos primeros días se destinan a los discursos de apertura en los que participan diferentes actores: altos funcionarios de las Naciones Unidas (ONU), el líder de la Nación Anfitriona, otros representantes de países de la CMNUCC y miembros de la Sociedad Civil.
A continuación, destaco algunas de las ideas más importantes y trascendentes expuestas en los discursos de apertura: El Secretario General de la ONU António Guterres: "Los impactos mortales del cambio climático están aquí y ahora. Las pérdidas y los daños ya no se pueden esconder debajo de la alfombra. Es un imperativo moral. Es una cuestión fundamental de solidaridad y de justicia climática. Aquellos que contribuyeron menos a las crisis climática están cosechando el torbellino sembrado por otros." Y agregó que "durante la COP27 los líderes deben acordar una hoja de ruta clara y con plazos que refleje la escala y la urgencia del desafío".
"La humanidad tiene que elegir: cooperar o perecer." Y enseguida hizo un llamado a la construcción "de un pacto histórico entre los países ricos y en desarrollo para combinar capacidades y orientar al mundo hacia la reducción de las emisiones de carbono, la transformación de los sistemas energéticos y evitar la catástrofe climática".
Las tres lecturas que se obtienen de este discurso : el caos climático irreversible, la necesidad de reconocer a las naciones que han sufrido pérdidas y daños o las que están en riesgo de sufrirlas y la necesidad de compensarles por parte de los países ricos así como, la reducción de las emisiones de gases de invernadero con la esperanza de limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados (con respecto a las temperaturas preindustriales) y que a este paso lleguemos a cero emisiones netas globales para 2050, lo que se ve muy pero muy difícil, ya que desde 1992 en la Reunión de Río se vienen haciendo planes de reducción de emisiones. Luego se volvió a intentar con el Protocolo de Kyoto y finalmente en los acuerdos de París. Sin buenos o alentadores resultados. Este balance es el responsable del ambiente sombrío de la COP27. Estas tres lecturas son los enfoques en las negociaciones.
Algo similar ha ocurrido con los financiamientos compensatorios, muchos acuerdos, pero mezquinos resultados. El presidente de Egipto puso el dedo en la llaga cuando afirmó que si se quiere superar la actual crisis del cambio climático, los líderes deberán ir mas allá de sus palabras. Esto es, a la acción climática.
Los avances que se han tenido hasta el momento, algunos sólo son preacuerdos, pero el que quizás esté ya por confirmarse es el del financiamiento para pérdidas y daños. En lo más difícil que es la reducción de emisiones, algunos países Europeos decidieron reducir sus emisiones en aquellas actividades más contaminantes de esta manera, El Consejo Europeo se comprometió a reducir entre un 10 y un 50% sus emisiones al 2030 y anunció multas para las empresas que rebasaran las emisiones permitidas.
Es importante mencionar que, en la COP26, los más de 190 países participantes se comprometieron a entregar un plan realista sobre reducción de emisiones y que hasta hace unos días sólo 23 países lo habían entregado. Parece ser que este tema seguirá siendo el foco rojo de las negociaciones y que seguiremos caminando por el camino del infierno. Esperemos que en la semana que falta para que concluya la COP27, los líderes de los países reflexionen y lleguen convencidos a acuerdos vinculantes y plausibles.