Este domingo, como es una tradición en el segundo domingo de diciembre, es la fecha separada para el Maratón Monterrey, uno de los favoritos de México.
De pronto se volvió una tradición llamar a los maratones por su principal auspiciador, un caso muy peculiar es el ultramaratón Coahuila y que se realiza en Arteaga desde hace varios años y los asiduos a ese evento lo llaman "El Garmin", porque en algún momento tuvo como patrocinador a la marca de relojes deportivos y aunque ya lleva varios años sin ser uno de los que apoya este evento, se le quedó malamente ese nombre.
Caso similar es el del Maratón Monterrey, que lo llaman "El Powerade", pero la empresa refresquera es solo un patrocinador principal y que le otorga el nombre de su bebida hidratante, en ningún momento es el organizador. Quien ocupa esa posición es la Asociación de Clubes de Corredores de Nuevo León, que ha venido organizando ese evento desde hace muchos años, incluso llegó a llamarse Maratón Nova Monterrey, por un club deportivo que se encuentra en "la ciudad de las montañas".
En lo dicho por el presidente de la Asociación de Clubes de Corredores de Nuevo León, Edilberto González Serna, durante el pasado Congreso del Running en la Ciudad de México y con muestra de molestia porque se le había criticado en un panel porque fue el único Maratón que no se atrevió a realizar una competencia presencial en medio de la pandemia, con limitaciones, comentó que este año habían batallado mucho para poder convencer a su principal patrocinador, dejando entrever que era muy posible que ésta sea la última vez que se llame así.
El Maratón Monterrey, como se le debe de llamar por primera vez, se corre este domingo desde 2019 y tras dos años de pandemia; en su última edición, hay que decirlo, "echaron la casa por la ventana", incluso trayendo atletas desde Kenia para buscar una muy buena marca que terminó siendo la segunda mejor de la historia en nuestro país, con el 2:08:48 de Evans Korir, apenas por encima del 2:08:17 de Hillary Kimayo en el ya lejano Lala 2011.
El presupuesto conseguido apenas por la Asociación que dirige Edilberto, no se compara con la anterior, si bien es cierto, uno de los atractivos de este evento es la chamarra de finisher para todos los que logran el reto, algo que es verdaderamente difícil para una organización por el costo individual de esa prenda, la gran pregunta sería ¿sin el apoyo de Arca se mantendrán esos atractivos para corredores recreativos?
