(SAÚL RODRÍGUEZ)
“Somos dos países con muchas relaciones en todos los ámbitos”, dice el cónsul de Francia en Monterrey, Guillaume Pierre antes de impartir una breve charla en las instalaciones de la Alianza Francesa de Torreón.
El cónsul visitó la ciudad por motivos relacionados con la economía, aunque también recorrió algunos recintos culturales como el Teatro Isauro Martínez (TIM) y el Museo Casa del Cerro. Ante la grabadora, habló sobre la inauguración del Consulado General de Francia en Monterrey, acontecido en octubre pasado. Además de Nuevo León, este organismo también tiene competencia en Coahuila y Tamaulipas.
“Nuestra hoja de ruta es desarrollar relaciones entre México y Francia en el noreste, en todo: en economía, traer más empresas y más inversión; en universidades, con el intercambio de estudiantes y de profesores; con lengua francesa, porque aquí hay muchas personas que aprenden la lengua francesa y queremos ampliar nuevos talleres, capacitaciones y, también, porque cuando hablamos de Francia hablamos de cultura y en el sector cultural queremos traer artistas, eventos, espectáculos y cine francés para mostrar al público”.
La influencia de Francia en México es latente. Hace algunos meses, las principales instituciones culturales del país celebraron los 400 años del natalicio de Mollière; las ideas de Simone de Beauvoir siguen siendo pilar para la ideología feminista; obras como Los miserables de Víctor Hugo, Las flores del mal de Charles Baudelaire o En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, se rehúsan a perder vigencia entre los lectores. Incluso autores más contemporáneos como Pascal Quignard, están siendo traducidos por editoriales mexicanas. A esto se añade la tradición de los pintores impresionistas como Claude Monet, la nouvelle vague de cineastas como Jean-Luc Godard y el ejercicio en el pensamiento de Voltaire, Jean Jacques Rousseau o el existencialismo de Jean-Paul Sartre.
“Son dos cosas: tenemos la suerte de tener en Francia una gran historia cultural: Mollière, también fueron los 100 años de Proust, Voltaire, Rousseau, pintores como los impresionistas, músicos como Lully, Ravel y Debussy y otros. Tenemos esta historia cultural muy fuerte y también hoy tenemos una fuerte creación cultural con escritores como Le Clézio, premio Nobel (2008), que escribe sobre México y está muy interesado en la cultura mexicana. Tenemos también a músicos famosos en todo el mundo como Daft Punk. Lo que queremos es mostrar los dos lados de esta cultura: una cultura antigua, establecida y también una creación cultural permanente que continua”.
Francia también ha sido un país atractivo para artistas y pensadores mexicanos, que se interesaron sobre todo por París, su capital. Esa ciudad fue amada por Carlos Fuentes, Octavio Paz y Francisco Toledo. Allí, compositores importantes como Julio Estrada y Mario Lavista llegaron a tomar clases con la legendaria maestra Nadia Boulanger. París también fue el lugar donde, en los ochenta, el compositor griego Iannis Xenakis hizo las pruebas de su UPIC (una máquina capaz de traducir trazos y dibujos en sonido) y entre los seleccionados a manejarla se encontraba el compositor lagunero Antonio Russek.
Guillaume Pierre sabe que no hay mejor forma de entender una cultura que mediante la enseñanza de su lengua. Después del inglés, el francés es la tercera lengua extranjera más aprendida en Latinoamérica. Y tras Estados Unidos y España, Francia también es el tercer país preferido por los estudiantes mexicanos para irse de intercambio.
“Es claro que aprender francés puede ayudar a estudiar, a trabajar, a descubrir cultura, a abrir al mundo. El mensaje es importante: es fundamental hablar bien su lengua (el español), es fundamental hablar inglés en el mundo de hoy y es fundamental tener algo más; el francés es una opción de calidad para todos los que se interesan en el mundo exterior”.
