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Dos crisis: desabasto y arsénico

CARLOS GONZÁLEZ

Los problemas con el agua en la región Lagunera son históricos, datan al menos desde la década de 1950 cuando se detectaron los primeros casos de metales pesados en el vital líquido en los municipios de Matamoros y San Pedro, y a los cuales también le sumamos el desabasto.

Comenzando por la falta de agua, históricamente en La Laguna, con sus temporadas de sequía cíclica, se han presentando a lo largo de los años una serie de problemáticas para los vecinos de colonias marginadas.

La solución que han ofrecido los Ayuntamientos son principalmente la creación de más pozos para la extracción del agua potable, indispensable para una región cuyo clima árido obliga a un mayor consumo de líquidos.

El proyecto Agua Saludable para La Laguna ha venido a convertirse en una iniciativa que además de dotar líquido no contaminado para los habitantes de la región, vendrá solucionar el abasto del mismo, pero ¿por cuánto tiempo?

Tan solo en el municipio de Torreón, el Ayuntamiento ha señalado que la crisis de desabasto de agua se debe a una serie de factores que, combinados, han agudizado crisis de suministro en casi toda la ciudad; ello no es privativo de la actual administración, los actos vandálicos, robos, así como la falta de mantenimiento han persistido a lo largo de décadas.

Es importante recalcar que hoy vemos vecinos de colonias que, históricamente se mantenían ajenos a estos problemas, protestar y solicitar pipas de agua, las afectaciones al bolsillo también se suman para los laguneros.

Pero a esto se le suma otra crisis, el arsénico. No se ha encontrado una solución a esta problemática en la Zona Metropolitana de La Laguna a más de 70 años de los primeros reportes..

Ahora, las modificaciones a la Norma Oficial Mexicana 127 de la Secretaría de Salud obligan que ciudades con más de 500 mil habitantes, como lo es Torreón, cumplan con estas disposiciones en un plazo de un año.

Gómez Palacio y Lerdo en Durango cuentan con más aire, al tener un plazo de tres años para cumplir con la Norma, sin embargo, ninguna de las tres ciudades cuenta con un plan claro para brindar agua de calidad a sus ciudadanos en el plazo establecido, pues los organismos operadores no tienen facultades para regular las extracciones del subsuelo y recuperar la calidad del agua.

Las áreas rurales de la región en los municipios de Francisco I. Madero, San Pedro, Matamoros en Coahuila y Tlahualilo en Durango se encuentran en una situación mayor de riesgo a la salud, donde la norma tiene estipulado que sus directrices deberán cumplirse en un plazo de seis años, prolongando el acceso a agua de mala calidad.

Federación y gobiernos locales tienen la urgencia de atender la crisis de agua de forma inmediata para que los laguneros puedan contar con el vital líquido de forma expedita. Una crisis del agua en la región, que se da de manera cíclica, pero ahora combinada con otros agentes como lo son la inflación, la crisis climática y una guerra que provoca el impacto a las cadenas de valor no debería dañar más a la región que ya tiene otras problemáticas.

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