
(CORTESÍA)
En 2011, el cineasta lagunero José Luis Saturno se encontraba en Bari, Italia, para presentar su película El mimo y la mariposa negra. Lo acompañaba Robin Servant, su compositor, quien una noche comenzó a tocar un acorde de ejercicios con su acordeón, bajo la iglesia de San Nicolás. El oído de Saturno tuvo la suficiente sensibilidad para percatarse de que aquella rutina podría desencadenar toda una historia. Su resultado se ha fraguado fílmicamente en el cortometraje de animación La melodía torrencial (2022), el cual será proyectado en Zagreb, Croacia este martes 7 y viernes 10 de junio.
“Lo demás empezó a generarse solo. Ahí nació la idea, donde empecé a escribir el guion. De hecho, el poema en que se basa la historia, lo terminé esa misma noche. Respecto a ¿por qué once años?, simplemente porque era muy difícil de producir, era muy complejo lo que se necesitaba para poder hacerlo. Entonces, me tomó muchísimo tiempo poder reunir todos los elementos que yo requería para hacerlo, en las condiciones que me parecían las más óptimas para la calidad del proyecto”.
José Luis Saturno es fundador de la productora Enjambre Hexagonal, estudió animación cinematográfica en la Concordia University de Montreal. Ha trabajado tanto en trabajos de live-action, como en animación, aunque este último rubro es su especialidad. Su filmografía registra 70 participaciones en festivales de 20 países.
La melodía torrencial, su reciente obra cinematográfica, muestra a un hombre que es capaz de atraer a la lluvia con su acordeón, quien da esperanza a un pueblo azotado por una larga sequía. La trama oscila en que tanto su solución puede ser permanente, como las consecuencias de atreverse a contradecir a la naturaleza.
“A mí siempre me ha interesado muchísimo el encuadre planimétrico. Toda la película, o gran parte de la película, está en encuadración planimétrica. En términos visuales, hice un estudio de la pintura simbolista y de la pintura barroca de Caravaggio, específicamente. Llevando una mezcla entre esos elementos, fue que fui creando la historia. Además de que quería jugar con colores que usualmente no vemos combinados. Incluso hay algunos que, podría decirse, están prohibidos combinar”.
Respecto a la producción, Saturno comenta que esta se ha realizado en fracciones. Se daba un paso cada que el capital recaudado lo permitía. Fue un proyecto trabajado con paciencia, pues cada año el director se imponía una meta que pudiera alcanzarse.
El rodaje de este cortometraje en stop motion culminó en 2020 y comenzó su producción. Lo último ajustes y retoques se gestaron en abril de 2021. Saturno recalca, fue un proceso largo, porque la naturaleza del mismo proyecto así lo demandó en sus casi siete minutos de duración.
Buscó que el personaje tuviera movimientos sutiles, pero naturales. Para ello habló con Sylvie Trové, la animadora y directora de fotografía del proyecto. En el equipo también participaron Laurent Caniccioni y Emily Bélanger (marioneta y escenarios), Erik Goulet (ball and socket), Yann Ben Alluch (storyboarder), Jack Carr (efectos visuales), Robin Servant (música) y Alejandro Iduñate (sonido). Además, el reconocido actor de doblaje Gabriel Chávez, da voz al protagonista.
Proyección
El Animafest Zagreb es uno de tres festivales de animación más importantes en el mundo. Junto con los festivales de Ottawa y Annecy, es calificador para competir en el Premio Oscar. Su edición 2022 se lleva a cabo desde el día 6 hasta el próximo 11 de junio. Según el programa del festival, el filme de Saturno tendrá dos funciones, este 7 y 10 de junio, en el Tuškanac Cinema.
Para esta edición, el Animafest Zagreb registró mil 800 aplicaciones de 91 países, de las cuales se eligieron 148 para competencia y 20 para exhibición. Sobre el aprendizaje y satisfacción que le provoca la culminación de esta aventura fílmica, tras once años de trabajo, el lagunero reflexionó que se ha escrito otra escena en el guion de su carrera profesional.
“Fue otra etapa de mi proceso de aprendizaje. Realmente no lo vería, necesariamente, superior a otra película. Simplemente, fue otra etapa de mi vida, otro momento de mi aprendizaje y, definitivamente, uno muy valioso, porque ya me permitió tocar un certamen en el que no había podido estar en el pasado”.
Llegar a un Zagreb es ejemplo de los alcances que puede tener el cine hecho por laguneros. Se demuestra que temáticas o alegorías propias de La Laguna y su contexto, tiene cabida en eventos internacionales. Para Saturno, cualquier lagunero que se lo proponga puede terminar un proyecto fílmico y competir en el mundo.
“Para mí, lo principal, es acabar un proyecto. La proyección es, definitivamente, una parte del proceso que es muy satisfactorio, porque le puedo dar un gusto a mi equipo de que llegamos a un sitio importante, de que esto se va a ver, finalmente. Te soy franco, ¿cómo me siento al respecto? Todavía ni siquiera me la creo”.
El cineasta dice no pensar en el carácter competitivo de un festival, sino qué perspectiva le dibuja un evento en el cual, cualquier creador cinematográfico, acude a celebrar la culminación de un reto que se impuso.
“No es como comprar lotería, un sistema donde comes muy poco y pierdes la posibilidad de ganar mucho. Aquí pones muchísimo, más de lo que materialmente verás de regreso. Sin embargo, la ganancia a nivel personal es enorme. Para mí, el obstáculo es el camino. Si no sé a dónde ir, apunto al obstáculo, eso nunca falla. El fin del camino, en este caso, es llegar a un festival y tener la oportunidad de replantearme cuál será mi siguiente reto”.