(EL SIGLO DE TORREÓN)
Después de la tragedia en San Antonio, Texas, donde 53 migrantes murieron en su intento por llegar al sueño americano, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, pidió a los Gobiernos de México y Estados Unidos intervenir para frenar la ola de migración y evitar más muertes.
Solicitó al Gobierno norteamericano de Joe Biden y al mexicano de Andrés Manuel López Obrador su intervención y apoyo para evitar más tragedias con los migrantes.
FLUJO
En las últimas semanas alrededor de 10 mil extranjeros, de orígenes venezolano y nicaragüense principalmente, han cruzado por esta entidad, de acuerdo a cálculos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
La mayor parte de ellos pudo acreditar su legal presencia en México con documentos extendidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación. En el albergue temporal del INM de Piedras Negras aún se aprecian las huellas de los hechos violentos que se registraron el 17 de mayo pasado, cuando varios extranjeros se amotinaron y provocaron un incendio con colchones y colchonetas en la estación migratoria. En Monclova todavía se recuerda la caja seca de tráiler en la que fueron abandonados encerrados 160 indocumentados centroamericanos en marzo pasado; dos de ellos murieron, mientras que el resto sobrevivió y recibió visas humanitarias temporales.
TRAGEDIAS
La oportuna intervención de las autoridades en Coahuila salvó decenas de vidas; pero 53 personas que buscaban una mejor calidad de vida fueron abandonadas dentro de una caja de un camión en San Antonio, Texas, no corrieron con la misma suerte y fallecieron, expuso Riquelme Solís.
En lo que va del año, según la Fiscalía Especializada en Personas No Localizadas, se han recuperado 52 cuerpos de migrantes ahogados en el río Bravo; la mayor parte fueron identificados y solo tres están en proceso de conocer sus identidades y nacionalidades.
El gobernador explicó que los desplazados centro y sudamericanos eligen pasar por Coahuila por ser la entidad más segura de la frontera, libre del crimen organizado, pero no está exenta de graves riesgos y peligros por el desierto, sus climas extremos y el propio río Bravo.
Sostuvo que el Gobierno estatal apoya en el respeto de los derechos humanos a los viajeros, y dijo que los coahuilenses han sido testigos del paso de cientos de miles de ellos, que buscan llegar a Estados Unidos.
"Sin embargo, las condiciones han sido muy adversas, las temperaturas sumamente altas y ellos no la han estado pasando bien", sostuvo. Agregó que, desesperados, se han lanzado muchos al río Bravo para cruzar a los Estados Unidos, pensando que con solo pisar tierra norteamericana ya están a salvo. Recordó que suman decenas los casos de fallecimientos por ahogamiento en el río Bravo, y remarcó que no se debe permitir que se registren hechos fatales, como "esta tragedia tan grande": la muerte de 53 migrantes en San Antonio, Texas.
"Yo nuevamente apelo al Gobierno de la república y al presidente de Estados Unidos para que trabajemos conjuntamente, Federación, Estado y Municipios, para darles condiciones a los migrantes dentro de nuestras posibilidades y tratar de evitar en lo posible este tipo de tragedias, que se dan por los grupos tan grandes que están llegando", expuso.
