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Brasileños de los sesentas

SERGIO ROSAS

En los inolvidables años sesentas militó una gran cantidad de jugadores brasileños en diferentes equipos del futbol mexicano. Los cariocas tuvieron una gran demanda en esa década, entre ellos vinieron tres mundialistas: Izidio Neto "Vavá'', Mauro Ramos y Waldir Pereyra "Didi'', campeones con su país en los Mundiales de Suecia 1958 y Brasil 1962 al lado de Pelé.

Isidio Netto "Vavá'' fue pieza clave para que el América obtuviera su primer campeonato de liga en la temporada 1965-1966, el defensa central Mauro Ramos fue un baluarte para que Toluca conquistara dos campeonatos consecutivos en las temporadas 1966-1967 y 1967-1968. El legendario Waldir Pereira "Didi'' vino al Veracruz después de haber sido estrella de los equipos Fluminense y Botafogo de su país natal, jugando también en el Real Madrid de España al lado de Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás.

"Didi'' el creador del tiro con efecto denominado "Hoja seca'' dejó como legado sus enseñanzas a varios jugadores jóvenes de los Tiburones Rojos ese entonces, quienes aprendieron a ejecutarlo a la perfección, entre ellos el extremo izquierdo "Chucho'' Hernández, quien también jugó en los desaparecidos Diablos Blancos de Torreón en la temporada 1971-1972. 

En el América campeón de la temporada 1965-1966 militaban también tres brasileños que dejaron huella en el futbol mexicano: José Alves "Zague'', campeón de goleo individual en ese torneo, el medio volante Arlindo do Santos y Moacyr Santos, quienes junto con "Vavá'' integraban la cuarteta brasileña. A ellos se les considera como referentes de las Águilas del primer Campeonato de Liga y de los inolvidables sesentas.  

El Atlas de Guadalajara corría el riesgo de descender en la temporada 1961-1962 y de inmediato su directiva contrató cuatro grandes jugadores brasileños: el guardameta Carlos Pierin "Lala'', el medio volante Dirceu Sequeira, los delanteros Newton Grill y Custodio Alves. También contrataron al técnico Carlos Bauer y fueron Campeones de Copa y Campeón de Campeones en 1962.

El desaparecido equipo Oro de Guadalajara fue Campeón de Liga y Campeón de Campeones en la temporada 1962-1963 con una columna vertebral de jugadores brasileños, integrada por Adhemar Barcelo, Nicola Gravina, la dupla goleadora de Manoel Tavares Necco y Amaury Epaminondas, este último fue dos veces campeón de goleo con este equipo, en la temporada 62-63 con 19 tantos y en la 64-65 con 21 anotaciones.

El Nacional de Guadalajara, también desaparecido, cuando ascendió a Primera División en la temporada 1961-1962 se reforzó con tres jugadores brasileños: el guardameta Albertinho, el defensa central Rubens Bertanini y el delantero Olinto Sampaio Rubini.

Los Pumas de la UNAM cuando ascendieron a Primera División en la temporada 1962-1963 se reforzaron con cuatro futbolistas brasileños: Carlito Peters, Luis Moreira Sauí, autor del primer gol universitario en el máximo circuito del futbol mexicano, Mario Braga "Babá'' y Dionisio.

En el Monterrey de los años sesentas militaron varios brasileños, entre ellos el guardameta Amaury Fonseca, los jugadores de campo Guaraci Barbosa, Santiago Bacurau, Nelson Fialho de Souza, Ubirajara Chagas "Bira'', su primo Sergio Chagas, Javan Marinho, Everaldo Batista "Vevé'', Olinto Sampaio Rubini y Newton Humayta. 

De esta legión brasileña el medio volante Nelson Fialho de Souza tiene el récord en el futbol mexicano de haber convertido en gol 15 penales ejecutados en un partido de la Copa México contra Toluca en el Estadio Nemesio Díez, cuando se tiraban serie de tres penales por un mismo jugador, sosteniendo un cerrado duelo con José Luis "El Ruso'' Estrada, quien falló su último tiro.

El Toluca logró un bicampeonato en la década de los sesentas, en las temporadas 1966-1967 y 1967-1968 con la ayuda de dos brasileños, el mundialista Mauro Ramos y el goleador Amaury  Epaminondas. En el equipo León sobresalió el delantero Claudinor Barbosa,  quien jugó con los Esmeraldas de 1961 a 1965 y anotó 55 goles.

En su regreso a Primera División en la temporada 1964-1965, el Veracruz se reforzó con Waldir  Pereira "Didi'', mundialista en Suecia 1958 y Chile 1962, considerado como uno de los mejores futbolistas del Siglo XX. Después se integraron Francisco Gómez Batata y Mariano Ubiracy, goleador histórico de los Tiburones Rojos con 98 tantos.

Hubo un delantero brasileño, Luis Juracy, quien recorrió seis equipos del futbol mexicano de Primera División en ocho años de esa inolvidable década, jugó en el Oro de Guadalajara, Necaxa, América y Pumas de la Ciudad de México, Pachuca y Ciudad Madero, con este último anotó 21 tantos y es el goleador histórico de esta desaparecida franquicia.

De esa legión de inolvidables futbolistas, cinco de ellos vinieron a concluir su carrera en el desaparecido equipo Laguna a fines de la década de los años sesentas, los delanteros Olinto Sampaio Rubini, Manoel Tavares Necco, Amaury Epaminondas, Javan Marinho y Claudinor "El Jefe'' Barbosa.Amaury Epaminondas venía precedido de tres títulos de goleo individual, sin embargo, en el Laguna anotó uno solo en toda la temporada, no obstante que tenía el ofrecimiento de recibir un premio de mil pesos por gol anotado.

Manoel Tavares Necco después de "colgar los botines'' en 1969 se quedó unos años a radicar en Torreón y formó un conjunto de música brasileña que amenizaba las tertulias de un conocido Restaurante Bar de la avenida Morales. Después residió en Monterrey y en Guadalajara, en donde fue entrenador de Fuerzas Básicas de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara y contribuyó a la formación de Daniel "El Travieso'' Guzmán, según lo contado por el propio ex jugador y entrenador de Santos Laguna.

Mención especial merece Claudinor Barbosa, quien fue entrenador de Fuerzas Básicas del Laguna y promovió a toda una generación de laguneros que debutaron en Primera División. 

Sin duda alguna, todos los jugadores brasileños que vinieron en la década de los años sesentas dejaron huella en el futbol mexicano. No ganaron grandes salarios ni las cifras millonarias por transferencia que ganan los de hoy en día, pero dejaron un grato recuerdo entre los aficionados de antaño por lo que mostraron en el terreno de juego.

¡Hasta el próximo miércoles!

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