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La falta de lluvias, principalmente en el centro y norte de Coahuila, así como las presas con los niveles más bajos de almacenamiento, tienen preocupados a autoridades, ambientalistas y productores agropecuarios del estado.
El 86.8% del territorio de Coahuila se encuentra con algún tipo de sequía, de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un alza de 39.4 puntos porcentuales en comparación con inicios de año.
José Luis Flores Méndez, secretario de Desarrollo Rural de Coahuila, aseguró que la sequía sigue siendo un problema "grave", principalmente en las zonas de agostadero del norte del país, aunque refirió que todavía no hay un impacto medible.
"La clave está en el manejo del rancho. Que no tengas un número de cabezas por arriba del porcentaje de pasto disponible (...) ver que el suplemento alimenticio o con el que cuentas vaya siendo el puente entre la circunstancia actual y las primeras lluvias", dijo Flores Méndez sobre las estrategias para mitigar los daños.
Según la Conagua, de los 38 municipios de Coahuila, dos —Guerrero e Hidalgo— se encuentran en sequía "excepcional", el nivel más alto.
Además, 14 municipios como Piedras Negras y Acuña están en sequía extrema, y nueve en sequía severa, entre ellos los de La Laguna, como Torreón, Matamoros y Viesca, y los del Centro, como Cuatro Ciénegas y Nadadores. Actualmente hay 10 en sequía moderada y tres como "anormalmente secos".
El secretario reconoció que no se tienen los mejores diagnósticos para que llueva, por lo que los productores están haciendo frente como les es posible. "La advertencia de cómo se presenta el clima sí es preocupante", admitió.
Indicó que se tiene registro en la zona centro y norte, de 2 mil unidades de producción y un registro de arriba del medio millón de cabezas, pero aseguró que hasta el momento no se puede hablar de catástrofe.
La falta de lluvias también ha traído como consecuencia que los embalses de las presas estén por debajo de 30% respecto a su capacidad de almacenamiento.
La presa La Amistad en Acuña, que comparte embalse con Estados Unidos y que además de abastecer a sectores del norte de Coahuila, también lo hace con Tamaulipas, está a 10% de su capacidad. La Fragua, en Jiménez, está a 29%, y Venustiano Carranza, en Juárez, a 12%, según el informe diario de las presas actualizado al 17 de abril.
"Es un tema complicado", dijo Flores Méndez sobre esa situación. El secretario explicó que para los agostaderos se depende de la temporalidad y si no se tienen lluvias, el brote de pastos en los terrenos se complica.
Aseguró que en la región de La Laguna hay un ciclo agrícola que está corriendo con los metros cúbicos de agua garantizados para el riego, por lo que, quizá, sería hasta el próximo año cuando podría derivar en una reducción del gasto de las presas, pero éstas se encuentran en el estado de Durango.
Sin embargo, los productores en esta región también están preocupados por la falta de lluvias. José Luis Meza, presidente del Consejo Agropecuario de la Comarca Lagunera, comentó que la sequía tiene preocupados a los productores, sobre todo por la falta de agua que ha entrado a las presas. Aunque coincidió con el secretario en que todavía es difícil cuantificar una afectación.
El secretario José Luis Flores añadió que el gobierno tiene un programa de apoyo de suplemento alimenticio para las zonas donde hay escurrimientos, pero dijo que fuera de eso ni productores ni gobierno pueden hacer nada.
"No hay de otra, más que trabajar y administrar bien las circunstancias en las que trabajan", sostuvo Flores Méndez.
Falta de agua daña ecosistemas
Eglantina Canales, secretaria de Medio Ambiente de Coahuila, admitió que la crisis de agua en las presas es un problema serio en todo el país, sobre todo ante la sequía que se ha alargado.
"Las presas a 11% es un augurio de una temporada difícil que tenemos que enfrentar con muchísima planeación. Va a ser una pérdida de producción y de recurso hídrico para consumo más que biodiversidad, pero sí le afecta", consideró la secretaria.
Puntualizó que el medio ambiente no reconoce fronteras ni límites estatales ni siquiera nacionales, por lo que se tiene que trabajar con los estados vecinos, con la Federación y la autoridad del agua.
Por su parte, el ambientalista y presidente de la organización Amigos del Río San Rodrigo, Waldo Terry, aseguró que el impacto por la falta de agua en las presas, principalmente en La Fragua, "ha sido terrible", pues diversas especies como nogales y sabinos están muriendo.
Comentó que hay una mala gestión de las presas porque no tienen visión de los servicios de los ecosistemas, lo que está ocasionando que se destruyan y afecten la población de la cuenca baja.
Acusó una falta de sensibilidad de la Conagua, "les vale sombrilla el ecosistema", y puso como ejemplo el río San Rodrigo, que tiene 18 meses seco.
"Las cifras reflejan una situación muy grave en la gestión del agua en el río San Rodrigo. Sólo en años donde hay ciclones o tormentas de gran precipitación se podría elevar el nivel de la presa", agregó.
