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PEQUEÑAS ESPECIES

UN GRAN RELEVO

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

Los veterinarios dedicados a la clínica en nuestros años mozos, solíamos atender pacientes de madrugada, domingos y durante acontecimientos sociales.

Con "Bony" sucedió algo parecido, una perrita de catorce años, cruza de Maltés, de carácter noble y agradable, sus dueños un matrimonio de la tercera edad con dos hijos, una familia muy amable y de gran corazón hacia su mascota, donde era notorio que se trataba del "bebé" de la casa, últimamente había padecido algunas enfermedades que se pueden considerar normales de acuerdo a su edad, de las cuales sanaba satisfactoriamente, pero en la última ocasión fue más serio el problema, me llamaron para checarla y fuera preparado por si había necesidad de dormirla. Al ver a mi paciente, se encontraba echada en su pequeña cama fuera de la casa, se incorporó con cierta dificultad y meneaba su cola dándome la bienvenida, agradeciendo que nos habíamos reunidos para tratar su enfermedad. Aparentemente su expresión no era de sufrimiento, ni su salud estaba para tomar tan delicada decisión. Últimamente la notaban triste y sin apetito, otro de los motivos era un sangrado que había tenido y desconocían su procedencia, al revisarla les dije que había sido por una de las fosas nasales sin consecuencias, pregunté si se habían percatado de lo abultado del vientre y cuanto tiempo llevaba con ese problema, me contestaron sorprendidos que no lo habían notado, esperaba la pregunta que siempre nos hacen, y en ese instante no tenemos la respuesta con certeza. ¿Qué es lo que tiene doctor?. Antes de contestar hice algunas preguntas, me encontraba en duda sobre dos enfermedades que sospechaba, en ese momento me incliné por una "insuficiencia renal" por el tamaño del abdomen que es común en los pacientes de esa edad, por el momento puse en segundo término la otra enfermedad que también sospechaba pero se alejaba un poco de la sintomatología, "piometra", que es una infección en la matriz con presencia de pus, pero por el tamaño del abdomen y la rapidez con que se había formado, la temperatura y el consumo de agua normal, la descarté, así que les hablé sobre los cuidados, a reserva de los estudios de laboratorio que sugerí para estar completamente seguro de la enfermedad. Al día siguiente, sábado a medio día, recibo de nuevo una llamada por parte de la dueña de "Bony", que fuera a verla y preparado para dormirla, aún no realizaban los estudios. Al llegar, lo primero que me dijeron preocupados fue que "algo" le había salido a su perrita por atrás, al ver en el suelo aquél desecho inmediatamente confirmé la enfermedad, "piometra" era la otra enfermedad que había descartado el día anterior, las enfermedades no tienen "palabra", no siempre se presentan de la misma forma y evolución. Les dije con toda certeza que se trataba de una infección en la matriz y que el único remedio era la cirugía, lo abultado del vientre se debía a la presencia en exceso de pus dentro de los cuernos uterinos, y la cirugía consistía en la extirpación del útero y ovarios, (ovariohisterectomía, también conocida como, ovh). Entonces vino la otra pregunta que los veterinarios tampoco tenemos la respuesta, ¿resistirá la operación doctor?. Por su edad el riesgo es mayor, les dije, tenemos más del cincuenta por ciento de probabilidades de que su organismo responda satisfactoriamente, es una perrita que ha sido muy sana, no lleva mucho tiempo con la enfermedad, está bien atendida, así que entre más pronto realice la cirugía será mejor para ella, a la señora no la noté muy convencida, no quería presionarlos y les dije que tomaran una decisión familiar, que lo pensaran con calma y me llamaran, si no era hoy podía ser el lunes o incluso mañana domingo, fue entonces que su hija dijo que esperarían a que su padre estuviera presente para tomar la decisión y me llamarían después. Pasaban de las cuatro de la tarde y no recibí noticia alguna, mi esposa me esperaba en casa para asistir a un compromiso a las afueras de la ciudad que era a las tres de la tarde, por fin pasé por ella, estando en camino recibí la llamada de mi asistente, que pasara por "Bony" para la cirugía. Me encontré en una dilema, mi señora había esperado durante horas, además del tiempo de su arreglo personal, no era la primera vez que cancelaba un compromiso ya preparada para salir, ella no necesitaba de una explicación para comprender una urgencia, para ella siempre ha sido primordial mi trabajo que los eventos sociales, ha sido la esposa perfecta de un veterinario, no me parecía justo volver a casa para dejarla después de lo que me había esperado y sobre todo estrenar el vestido y los zapatos que las señoras preparan con anticipación y se esmeran para verse más bonitas aunque no lo necesitan. No dije nada al respecto, me daba vueltas las ideas en la cabeza para cumplir con ambos compromisos, por otro lado, sabía que "Bony" estaba sufriendo y en ocasiones el factor tiempo es decisivo para estos casos. Una solución era mi hija Alejandra que cursaba el último año de la carrera de veterinaria, aunque ya realizaba cirugías debía de estar supervisada por un médico para cualquier complicación que se presentara y descarté la idea. Recuerdo que detuve el vehículo para poder pensar con más calma, y se me ocurrió hablarle a un gran amigo y excelente cirujano veterinario de toda mi confianza, le explique mi problema y con gusto accedió a realizar la cirugía. Al dejar a la perrita con mi colega le expliqué a grandes rasgos el caso y me puse en el papel de dueño, "Te la encargo mucho", háblame cuando termines de operar. No disfruté la reunión por estar esperando la llamada, no quería ser inoportuno y hablarle, pasaron dos horas y no me pude contener y le llamé a mi colega, todo salió bien, me dijo, que bueno que te decidiste a operarla, tal vez no hubiese resistido un día más. Pasé por "Bony", se le veía un semblante mucho mejor, más esbelta sin esa matriz a punto de reventar. Al entregarla a sus dueños todo era alegría, como un cuento con un final feliz, sin faltar el agradecimiento para su veterinario, lo mismo pensaba. No pudo haber sido mejor el desenlace, y tal vez diferente si yo hubiese operado, y sin haber asistido a la reunión. Espero que los dueños de "Bony" si llegan a leer el artículo no se molesten por ese "Gran relevo" que salvó la vida de su mascota.

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