Su madre cuenta la historia para advertir a otros padres. (INTERNET)
Una niña británica de 2 años falleció luego de tragarse la batería de un control remoto que le quemó el esófago.
Harper-Lee Fanthorpe murió en un hospital en Stoke-on-Trent en mayo; ahora su madre, Stacey Nicklin, comparte la historia para prevenir a otros padres.
Nicklin dice que no sabía que su hija se había tragado la pila sino hasta encontrar que a un control remoto de su habitación le faltaba una batería. "Se trata de hacer conciencia […] Los padres deben verificar. Solo verifique, verifique, verifique", dice ella a la BBC.
La niña estaba siendo atendida por su hermana mayor, Jamie-Leigh Nicklin-Hulme, quien recuenta los hechos: "De repente se echó hacia atrás" antes de que comenzara a vomitar sangre. Ella no estaba respondiendo. Se puso muy jadeante, sus ojos simplemente se cerraron y no podía responderme, como si no estuviera allí".
La menor fue trasladada al hospital, donde le realización una cirugía. Murió más tarde, por una arritmia cardíaca durante la operación, informa The Sun. Una investigación dictaminó que su muerte fue accidental.