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METÁFORA CIUDADANA

Libertad: condena fatal de la responsabilidad

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ
“La responsabilidad emana de la libertad, la responsabilidad es la carga de la libertad”— HANS JONAS

El filósofo francés Jean Paul Sartre, en su obra "El existencialismo es un Humanismo" (1945) sentencia: "El ser humano está condenado a ser libre"; por ello rechaza todo taxativo ya sea procedente del propio intelecto o del mundo externo, no es aceptable ninguna coacción contraria a la libertad.

Para Sartre "la existencia precede a la esencia", así pues, la libertad es innata al ser humano incluso antes de ser determinada por su esencia, entonces lo que este realice; todo lo que proyecte, todo aquello que viva es decisión suya, porque no está definido de antemano. De allí que esa inherencia hace al ser humano absoluto responsable del uso que haga de esta potestad; elucubración filosófica que, si bien otorga el obrar y actuar de manera libre, por contraparte y como contradicción, lo condena a una aparente prisión de no-libertad condicionándolo a su capacidad reflexiva y responsabilidad de su ejecución, que, finalmente constriñen la voluntad del hombre.

De esta manera el ser humano es responsable de su existencia, de sus acciones y decisiones; lo que a su vez significa que toda libertad exige responsabilidad. Ante ello el filósofo alemán Hans Jonas expone que "El hombre es el único ser conocido que tiene responsabilidad, solo los humanos pueden escoger consciente y deliberadamente entre alternativas de acción y esa elección tiene consecuencias". Según Nietzsche "la responsabilidad es esencial en el ser humano, ya que no es por cuestiones divinas lo que nos sucede, es por nuestras decisiones". Para Kant la responsabilidad es una virtud individual de concebir libre y conscientemente los máximos actos posibles universalizables de nuestra conducta.

Si el hombre es el único ser que puede tener responsabilidad, y como tal la tiene, entonces podrá escoger libremente sus acciones, podrá deliberar entre cuales alternativas seguir y por ello mismo, será responsable de las consecuencias que de esas acciones resulten, toda vez que hubo una libre elección; de ahí que el poder mismo de responsabilidad lleva a su vez al deber.

Expresar su forma de pensar, sus creencias o ideología exige absoluta libertad y debe ser respetada incondicionalmente, pero para ello se deben expresar argumentos. Recientemente hemos visto que con insultos y/o mentiras que demuestran esclavismo pasionario a ideas que carecen de sustento, se agrede a otra persona porque no realizó lo que alguien quería que hiciera; embestir de esta manera al interlocutor expresa incapacidad intelectual, insultar demuestra intolerancia, máximo cuando esa agresora no ofrece razonamientos ante argumentos jurídicos fuertes de su interlocutor y solamente se aferra a sus calumnias y denostaciones, cayendo en una clara prostitución ideológica.

La ética civil de máximos exige respetar el pluralismo social que cabe en su seno y manifiesta que esos máximos no pueden imponerse por la fuerza. Cuando un sector de la comunidad establece la necesidad de institucionalizar cambios en la vida social, tiene que tratar de convencer de ellos al conjunto de la población con procedimientos democráticos; pero también este comportamiento se reclama a quienes quieren conservar el "estatus quo tradicional". Dicho más claramente: en la sociedad se exigen actitudes basada en libertades, pero con responsabilidad que conduzcan al deber ser social.

Así pues, regresando a Sartre: dado que el hombre primero existe y posteriormente se crea a sí mismo, en él recae toda la responsabilidad de su existencia; pero no lo es exclusivamente de sus acciones individuales o como sujeto particular; sino que lo es de la humanidad en su totalidad, o sea que cada acción que cada persona elija realizar, trae aparejada el comprometer a la humanidad entera y en su caso, a la corporación política o religiosa a la que pertenece y la cual le ha formado y ofrecido ideología; no podrán los correligionarios excluirse de la responsabilidad en que incurren sus dirigentes o sus voceros.

Para culminar recordemos la frase de Abraham Lincoln: "No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy".

Permítanme desearles a todos ustedes una maravillosa Navidad y un excepcional inicio de 2022.

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