Quizá se cuentan con los dedos de una mano los motivos que suscitan emociones de orgullo generalizado en La Laguna. Uno de esos, no hay duda, el Santos Laguna. No es para menos, pocos equipos tienen promedios tan altos de campeonatos si consideramos la cantidad de torneos en los que han participado. Una de las características del equipo es la misma con que suele identificarse a la región: el esfuerzo. En los momentos difíciles no se le reclama al equipo la derrota, sino, en todo caso, el renunciar al esfuerzo. Y en los momentos de alegría se le reconoce, más que el triunfo, el esfuerzo para lograrlo. Siempre asociado al esfuerzo en la narrativa local está la adversidad. Superarla es la consigna y el motivo del orgullo lagunero.
Hay que tener presente que el esfuerzo con que se identifica al equipo de La Laguna no es un rasgo nacido en la cancha, al contrario, el equipo lo encontró y lo bebió aquí. Santos Laguna no es lagunero porque juega aquí, sino porque lo hace como se juega en la Comarca Lagunera en otros órdenes de la vida comunitaria. Sin embargo, la vida es más que una cancha y la realidad es mayor que un estadio. El futbol no lo es todo, pero en lo que es, es mucho. Por ejemplo, cada semana en los torneos es un recordatorio de identidad para la región.
En este último sentido sería interesante que, así como el equipo bebió del esfuerzo local para convertirlo en parte de su identidad en la cancha, la región no olvide que si algo le distingue es ese coraje ante los retos. No todos somos jugadores de futbol, de manera que nuestro llamado al esfuerzo implica hacerlo allí donde estamos, y la gran mayoría jugamos en otras canchas. En ellas hay que mostrar esa identidad y ofrecer ese esfuerzo.
A riesgo de parecer repetitivo, considero que es momento para grandes esfuerzos en tres rubros en el ámbito colectivo: el primero, por su relevancia como detonador de desarrollo, el reposicionamiento de la región como zona atractiva para la inversión. El segundo, como condición de alineación institucional que incentive y ofrezca certidumbre al punto anterior, la coordinación vinculante en la zona metropolitana de La Laguna. El tercero, como condición de sostenibilidad y ventaja competitiva, la suma de compromisos hacia la seguridad hídrica que detona el programa Agua saludable para La Laguna.
Tal vez pueda considerarse un cuarto gran esfuerzo situado más en el ámbito cultural: jugar en equipo y con el equipo local. En efecto, para que los tres grandes esfuerzos que enuncié avancen con mayor rapidez se requiere sacudir esa inercia idiosincrática local de que si el gol no lo anoto yo, entonces no ayudo a lograrlo y, si es posible, busco evitar que se anote. Así como los grandes imperios han sucumbido sobre todo por divisiones internas, los grandes esfuerzos se desmoronan no por el tamaño del reto externo sino por la indisposición a sumar y la pronta acción a restar.
Es importante no olvidar que los grandes ejemplos de triunfo local son sobre todo ejemplos de unidad en torno a objetivos. No se trata de que no haya diferencias, pero sí se trata de saber apreciar lo que está en juego. Cuando el interés colectivo es mayor a la diferencia, el primero debería prevalecer, aunque no sea yo quien anote el gol. Ciertamente se trata de un gran esfuerzo cultural porque implica cambios de mentalidad para los que no siempre, y no todos los actores sociales, están preparados.
Difícil imaginar que la principal cadena de comercio minorista (orgullosamente lagunera) haya sido posible sin un acuerdo de unidad en torno a objetivos comunes. Imposible habría sido que la principal empresa láctea de México y la mayor de América Latina (orgullosamente lagunera) habría crecido a ese nivel sin un radical acuerdo de unidad. Y muy difícil suponer que una de las más grandes empresas del sector energético (orgullosamente lagunera) sería posible sin sólidos arreglos de unidad y compromiso con objetivos compartidos. A propósito omití los nombres de estas tres empresas porque estoy seguro que quien lea este texto tiene claro cuáles son y tiene claro el esfuerzo que hay detrás de ellas para lograr la posición que han obtenido en mercados muy competidos. Los grandes esfuerzos distinguen. Los grandes esfuerzos premian. En La Laguna se sabe eso.
@EdgarSalinasU