Transcurrido un año y dos meses de los hechos violentos registrados en el municipio de Villa Unión y tras lo cual, el Gobierno del Estado de Coahuila solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el uso de armamento de grueso calibre para su corporación estatal; la próxima semana se espera que se concrete la entrega de parte de dicho armamento. (ARCHIVO)
Transcurrido un año y dos meses de los hechos violentos registrados en el municipio de Villa Unión y tras lo cual, el Gobierno del Estado de Coahuila solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el uso de armamento de grueso calibre para su corporación estatal; la próxima semana se espera que se concrete la entrega de parte de dicho armamento.
"Estaremos equipando los vehículos tácticos que adquirimos hace algunos meses en cada una de las regiones, sobre todo instaladas la minimi y las calibre 50", fue lo que dio a conocer Miguel Ángel Riquelme Solís, Gobernador del Estado de Coahuila durante su gira de trabajo por la región centro.
Lo anterior, tras la confirmación por parte de la Sedena de la liberación de los permisos para que en Coahuila se pueda utilizar este tipo de armamento, considerando que son de uso exclusivo del Ejército Mexicano.
Aunque no especificó el día que se realizará dicha entrega, el Gobernador del Estado de Coahuila detalló que las armas que se van a entregar son las llamadas minimi, pues el armamento calibre 50 milímetros aún no se ha liberado y estableció que serán un total de ocho armas de grueso calibre las que habrán de recibir primero.
Riquelme Solís señaló que también recibirán otras armas cortas, las cuales también fueron adquiridas por el Gobierno del Estado de Coahuila y que serán entregadas a los elementos de la Policía Civil Coahuila, perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Coahuila.
Tal y como le dimos a conocer con oportunidad, en diciembre de 2019, Riquelme Solís anunció en el municipio de Villa Unión que, con la finalidad de fortalecer en equipamiento a las corporaciones de seguridad del estado, solicitó a la Federación una autorización para equipar a sus agentes de seguridad con armamento de uso exclusivo del Ejército Mexicano.
Específicamente, solicitó la autorización para que las policías estatales pudieran operar con un calibre mayor, es decir, un calibre 7.62 y con ello poder tener equipo artillado en los nuevos vehículos que en ese momento se contemplaban adquirir.
