
DICHOS DE SOR JUANA
NO DEIS CRÉDITO AL VENENO
HASTA QUE APURÉIS EL VASO
El adagio de arriba, salido del genio de Sor Juana, se puede poner en el español de estos días, mismo que se habla en la mayoría de las geografías latinoamericanas sin que pierda su rima ni su ritmo octosilábico: no des crédito al veneno / hasta que apures el vaso. Y su vigencia es total. Se le puede decir, por ejemplo, a quien expresa algún miedo, para recomendarle que lo deseche en tanto no tenga la certeza del riesgo.
Personas recelosas, aprensivas, tímidas, medrosas, suspicaces, apocadas y seguramente algunas que no lo son, han de adelantar vísperas de peligro aun sin indicios. Según la enumeración del principio de este párrafo son muchas las personas que han de pasar por la experiencia de sufrir antes de tiempo, es decir, antes de que se insinúe un peligro.
La experiencia humana de siglos de sentirse amagada ha de haber contribuido a que en español sea grande el paradigma semántico relacionado con el temor y sentimientos similares.
El adagio en la conjugación original de la Décima Musa "no deis crédito al veneno / hasta que apuréis el vaso", que ya se apuntó, se puede interpretar como no preocuparse antes de tiempo, o también, no creer algo por indicios sino por la experiencia, e incluso, no hacer caso de chismes, lo emite el príncipe Lidoro, personaje de la comedia Amor es más laberinto, ante la inminencia de confirmar que lo desprecia Fedra, hija del rey de Creta.
Su adagio, como se ha visto, tiene aplicación entre los simples mortales, igual que muchos giros verbales creados por La Americana Fénix. Conviene recordar, Sor Juana dice: "no deis crédito al veneno / hasta que apuréis el vaso".