Saúl Álvarez logró un cinturón más para su colección. El “Canelo” no se cansa de ganar y, aun así, no consigue el reconocimiento total de los compatriotas que siguen sus peleas. ¿Por qué?
La noche del sábado pasado, Álvarez subió al ring del Alamodome para imponerse por decisión unánime al británico Callum Smith, invicto antes de enfrentarse al mexicano. El tapatío es ahora campeón supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (cetro que estaba vacante) y de la Asociación Mundial, título que portaba su reciente víctima. El “Canelo” no necesitó despeinarse para obtener la victoria.
Al final del combate, celebró sabedor de que la decisión estaría de su lado. Su discurso, en entrevista, va de lo honesto
a lo arrogante. Incluso, caería en lo “inocente”. “Canelo” se proclama como el mejor, ante un sinnúmero de supuestos amantes del boxeo que buscan desacreditarlo. ¿Hasta dónde exagera el multicampeón?
El “Contador” Soto lanza pronto el cuestionamiento: ¿A quién tiene que vencer el “Canelo” para que por fin se le reconozca? Para que se gane el cariño de quienes se resisten a creerle. Nadie atina a responder.
Hay quien bromea con la actualidad del boxeador mexicano, quien busca compararlo con algunos históricos o hasta quien se plantea la opción de que a Álvarez le falta ganar una batalla épica, con sangre sudor y lágrimas. Puede ser por ahí.
Otros piensan que a Saúl le falta noquear, pese a que en su récord ostenta una marca de 54 triunfos, una derrota, dos empates y 36 KO’s. El rival que tuvo el sábado llegaba con 19 peleas ganadas por la vía rápida, aunque esa noche solo se dedicó a recibir golpes y aguantar. Me parece, sin ser un experto en boxeo, que lo que ha impedido que el “Canelo” sea el ídolo que han sido otros púgiles nacionales es la forma en cómo han llevado su carrera. No de ahora, de siempre. Poco o nada habría que refutarle al campeón, simplemente no ha encontrado rival a su altura en los recientes años, pero queda ese registro en la memoria de muchos de cómo ha ido escalando entre bultos o boxeadores que no pasaban por su mejor momento, quizás de ahí venga todo.
A nadie nos debe quedar duda de que Saúl Álvarez es un púgil hecho, un deportista profesional y un tipo bastante inteligente. Sin embargo, en ese camino a la cima ha habido de todo. Desde parejas del medio del espectáculo (que pudieron significar una distracción en cuanto al tema deportivo), hasta polémicas y peleas fuera del ring. Si bien, desde hace muchos años el pelirrojo ha logrado ser un personaje muy conocido, le falta el reconocimiento como un histórico del boxeo nacional. ¿Le llegará?
Saúl “Canelo” Álvarez ya tiene 30 años de edad y pese a que no se cansa de ganar títulos, se le acaba el tiempo para ganarse el cariño del colectivo. El triunfo del “Canelo” hoy es seguir en boca de todos. Ser el referente de uno de los deportes más populares en el país. El triunfo del “Canelo” no radica ya en ganar campeonatos, sino el de permanecer en el odio/amor de la gente. Aunque él lo tiene claro, no descansará hasta ser profeta en su tierra.
Ojalá haya un rival “digno”, con el cual pueda batirse en un combate sangriento sobre el ring hasta que llegue el esperado nocaut que le dé al “Canelo” el lugar que busca tener en la historia del boxeo mexicano, si no es que lo tiene ganado ya. Ojalá, para él, llegué el golpe oportuno que deje en la lona todas las dudas que no termina por apaciguar con los guantes.
Mientras tanto, siempre seguirá siendo el boxeador “inflado” al que no le basten los títulos ni los cinturones, sino hasta que logre convencer a los suyos que se trata del mejor libra por libra que hay en el mundo actual.
El año se termina. Queda desear felices fiestas a quienes nos han acompañado a través de estas líneas a lo largo de un camino que se ha tornado difícil. Tomen precauciones en los festejos. Afortunadamente, todavía hay NFL para hacer del encierro un bonito pretexto para quedarse en casa.
No quiero cerrar la edición de este espacio editorial sin lanzarles una pregunta: ¿vieron el comunicado del Club América para anunciar la salida del “Piojo” Herrera? ¿Qué opinan? Por lo general, siempre es un: “Por así convenir a ambas partes…”; pero ayer las Águilas fueron tajantes: “Agradecemos al hasta hoy Director Técnico su entrega y dedicación. Sin embargo, los resultados que se han obtenido en lo deportivo y actitudes dentro de la cancha, no cumplen con la grandeza de la Institución, ni son los que espera la directiva del Club, ni mucho menos la afición”. ¿Cómo ven?
Apenas se dieron cuenta. Nos seguimos leyendo. Respondo también en @Foko_54 y @Champs_MX [Twitter].
Eduardo Sepúlveda//@Foko_54