La psicóloga Diana Solorio comparte recomendaciones para atender a los niños durante el confinamiento. (EL SIGLO DE TORREÓN / Erick Sotomayor)
La convivencia familiar es un factor clave durante esta contingencia. Los espacios en casa son usados por los integrantes de la familia y una consciencia respecto a la función de cada persona puede generar un ambiente más estable.
En esta ocasión, la psicóloga Diana Solorio Hinojosa, quien está especializada en el ámbito educativo, comparte algunos consejos para los lectores de El Siglo de Torreón que se preguntan la mejor forma de educar a los niños pequeños en casa.
Una primera recomendación es crear una estructura en casa, establecer horarios y trazar rutinas, con el fin de que los niños no se sientan perdidos y se confundan pensando que el hecho de estar en el hogar sólo supone momentos para descansar.
Las actividades educativas, además de las escolares que algunos cursan en línea, les ayudarán a desarrollar el aprendizaje y la iniciativa al esparcimiento.
"En casa tendremos que ofrecer esos ambientes para que los niños tengan una oportunidad de descubrir, dentro del hogar, las posibilidades de cada espacio, en cada casa. A sus posibilidades debemos ofrecer ambientes con distintas texturas".
Solorio aconseja que los pequeños pueden colaborar inclusive con la preparación de los alimentos y tener ese tipo de experiencias que no se daban por su asistencia a los planteles educativos. Por ejemplo, estas actividades pueden ser muy sencillas, como el simple hecho de hacer burbujas con los niños o sacarlos al jardín. En el caso de que en hogares pequeños no se cuente con espacio suficiente, se puede adaptar la sala, modificar un poco la habitación u ofrecer una noche de cine a través da computadora o un proyector.
La diversión también es una arteria importante. El acto lúdico es despertador de la imaginación. Por ejemplo, los padres pueden jugar a ser quienes despachan una dulcería, médicos, o anfitriones en una gran fiesta, etcétera, las opciones son infinitas.
"Eso va a favorecer ese vínculo que debemos ir fomentando con los pequeños en casa. Esas experiencias les van a enriquecer, a fortalecer en su relación como padres e hijos".
En caso de que las medidas recomendadas por Diana Solorio no se acataran, las consecuencias podrían presentarse como desorientación en los niños, poca tolerancia, aburrimiento y un desencadenamiento de patologías como depresión infantil, agresividad y demás trastornos del estado de ánimo.
CLARIDAD Y ESPACIO
Respecto ante la situación de la contingencia por COVID-19, la psicóloga indica que los niños más pequeños se pueden adaptar con más facilidad a la realidad. No obstante, aquellos que tienen una edad de cuatro años en adelante, tienden a ser más afectados, pues les cuesta conciliar que ya no pueden salir a jugar a la calle y que su rutina ha sufrido un cambio, por ello recomienda sincerarse y explicarles lo que está sucediendo.
"Es importante que usemos palabra claras, sencillas, que sean entendibles para los niños. No exponerlos a los noticieros, simplemente con tus palabras de mamá o de papá, es como puedes ir explicando tranquilamente y sin usar palabras rebuscadas, qué es lo que está pasando, por qué es que estamos ahora viviendo de esta manera".
Recomendar a los niños el lavado de manos continuo, las medidas de higiene y la importancia de la distancia con las demás personas por la salud, es un método idóneo para concientizar a los infantes sin llegar a alarmarlos. Sólo se les debe explicar el motivo del resguardo.
Asimismo, el enlace por videollamadas con familiares, o las videoconferencias en Zoom para atender las clases en línea, también pueden resultar benéficos para los niños, al no romper lazos.
"Es recomendable que tengan este tipo de videollamadas. Las clases en Zoom también les asemeja mucho al salón de clases, porque si bien no está físicamente la maestra, ellos están viéndola en la pantalla y está viendo a sus compañeros, aunque sea desde sus espacios".
La terapeuta también recomienda a los padres adaptar un espacio en la casa para que los niños tomen sus clases. El espacio tiene que estar lo suficientemente iluminado, de preferencia con luz natural, para que puedan estar en contacto con sus compañeros, y no se pierdan los vínculos.
Por último, subraya la importancia de que los propios niños tomen la iniciativa de participar en las tareas del hogar. "Para eso es importante que se hagan estas rutinas o que se tengan estos horarios para poder tener algo que hacer en cada momento del día", finalizó.
