Un individuo alienado puede parecernos que está sufriendo de un trastorno mental. Sin embargo, la mente de esta persona también puede estar influida por maneras de pensar que propugnan cierto "orden" político, social, o religioso. Es decir, ideologías que están ligadas a grupos tribales que ignoran a una sociedad, y que enajenan a sus seguidores leales, y a su vez los provocan a actuar en base a esos ideales.
El tema sobre actos violentos contra gente inocente volvió a los encabezados de varios periódicos y otros medios noticiosos internacionales el fin de semana pasado. Me refiero a aquellos que ocurrieron en los estados de New York y Texas en los Estados Unidos. En uno de estos sucesos, reportado por el periódico New York Times (12-30-19), un hombre armado con un machete entra a un lugar donde una ceremonia religiosa judía se llevaba a cabo, y ataca a varias de las personas participando en el evento. Cinco de las personas resultan heridas, una de ellas de gravedad. Las autoridades del gobierno de ese estado determinaron de inmediato que el ataque había sido un acto terrorista de tipo doméstico. Los familiares del perpetrador mencionaron que el atacante padecía de una enfermedad mental, implicando que los servicios de gobierno lo habían descuidado en su tratamiento médico. Otras personas opinaban que el acto había sido producto de un individuo con ideología anti-judía o antisemita. En diciembre 30 la agencia de noticias estadounidense CNN afirma que, basado en documentos generados por el atacante que incluían mensajes antisemitas, se consideró que el incidente estaba asociado con sentimientos de odio hacia un grupo étnico en particular.
Asumiendo que este caso sea una situación de odio hacia un grupo étnico se puede decir que se trata de un individuo alienado, y no necesariamente un enfermo mental. El término alienación, llamado también enajenación, fue definido por el sociólogo estadounidense y excatedrático de la Universidad de California Robert Nisbet (1913-1996) como un estado mental en donde se percibe al orden social de una comunidad como separada, fraudulenta, difícil de entender, sin esperanza de mejorar, y que por lo tanto invita a la apatía y hostilidad de la gente de esa comunidad. Por ejemplo, un individuo o grupo que se decepciona de un sistema de gobierno predominante, o ideología de un grupo (religioso, político, social, etc.), y se distancia o ataca para manifestar su desacuerdo, o intentar cambiarlo. El caso de la persona que atacó al grupo religioso celebrando un ritual mencionado en la introducción podría ser un ejemplo específico.
De acuerdo a los autores consultados no todas las personas alienadas sufren alguna enfermedad mental, sin embargo, muchas de ellas quienes han sido diagnosticadas con algún trastorno, por ejemplo, los temores de una persona ansiosa, o la paranoia de un esquizofrénico, se alienan fácilmente debido a los mismos síntomas de la enfermedad. Una persona se aliena cuando es influida intensamente por una idea que es muy convincente, al grado que la adopta sin cuestionamiento. Una mente alienada puede manifestarse en áreas diferentes. Puede estar relacionada a la política, lo socioeconómico, la religión, una relación romántica, algún concepto ideológico, o en lo existencial.
Una persona alienada se obsesiona sobre ciertas ideas y como resultado se distancia o aísla de la gente y de su medio ambiente en general, o se afilia a grupos que lo aceptan como es. El individuo está consciente de sus alrededores, sin embargo, siente que no pertenece al mundo que lo rodea, por lo tanto, intencionalmente se separa. La persona se siente diferente y generalmente otros lo perciben como una persona rara. Muchos que se embaucan con cierta doctrina o cultura extremista, asumen que otros están involucrados en alguna conspiración, o son gente inmoral. Una situación de alienación puede ser una cosa seria. Una persona alienada está tan centrada en sus propios puntos de vista que no puede reconocer los de la mayoría, por consiguiente, los niega o los ataca si lo cree necesario. De aquí muchas veces se explican los casos de violencia o terrorismo. Estas personas siempre viven con tensión y nerviosismo porque no pueden ajustarse al resto de la población, lo cual los puede empujar a destrucción o auto destrucción.
La alienación entonces es una reacción mental y emocional que puede o no estar relacionada a una enfermedad mental y conduce a la persona aceptarse a si mismo al distanciarse de su medio ambiente o afiliarse a grupos extremistas como, partidos políticos radicales, grupos fundamentalistas religiosos, pandillas, carteles de drogas, o grupos terroristas. Estas personas generalmente responden bien a psicoterapia y se recomienda la atención de un psicólogo clínico o psiquiatra. Gracias por su interés en esta columna.